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La película Una entrevista con Dios plantea su premisa en dos personajes: un periodista con problemas que lo llevan a replantear sus decisiones y un hombre que afirma ser un ser divino.

En entrevista, David Strathairn y Brenton Thwaites, sus protagonistas, explicaron la dificultad que tuvieron al crear personajes como estos en la pantalla grande y cómo esperan que la audiencia reciba un mensaje de esperanza, planteado desde un personaje tan poco convencional como lo es Dios.

“Me gustó el guión desde el inicio, era un gran proyecto en el que quería participar. Me atrajo la historia. Me parece que hay muchos mensajes en la película que nacen de las preguntas que se hacen los personajes. La audiencia se verá reflejada en ellos”, afirmó Thwaites.

En la cinta, el actor interpreta a Paul Asher, un talentoso reportero que luego de servir en Afganistán se encuentra experimentando una crisis de fe y en donde todo lo que le rodea parece derrumbarse, incluyendo su matrimonio.

Entonces le es asignada una entrevista con alguien que afirma ser Dios.

El actor David Strathairn, nominado al Oscar, afirmó que crear a un personaje de este calibre no fue tarea sencilla y que su mejor herramienta fue construirlo como a ese ser al que la mayoría de las personas imaginamos que fue.

“La inspiración vino empezando por el guión. No sabía cómo iba a interpretar a un personaje como este pero porque no sabes cómo hacerlo, es como una tarea imposible así que fui inspirado y guiado gracias al guión y los problemas por los que el otro personaje atraviesa”.

Strathairn piensa que sólo había una forma de hacer bien este personaje y decidió hacerse un buen oyente, alguien que se viera compasivo, que entiende a las personas y que sinceramente se preocupa por los problemas de alguien más, y ser franco y honesto con el personaje.

“Traté de traer todas esas cualidades al personaje; tanto el director como el guionista me dijeron que no estábamos tratando de responder las preguntas acerca de quién era Dios, sino tratar de reflejar a alguien con las mejores cualidades como el perdón, que fuera comprensivo y amable”, explicó Strathairn.

Thwaites, quien interpreta al periodista en busca de una solución a los problemas de su vida y a los fantasmas que lo persiguen, hizo hincapié en que por medio de los diálogos llenos de honestidad y por momentos con un toque de humor, buscaron el balance para las situaciones que plantean en la trama.

“Las conversaciones y discusiones que nacieron con el director gracias al personaje fueron gloriosas, tanto él cómo los escritores pusieron lo mejor de ellos. Tratamos de mantenernos fieles al drama que podría llegar a vivir el personaje pero al mismo tiempo ser honestos y entretenidos con el espectador”.

El joven actor afirmó que le gustaría tener una carrera como su compañero de reparto, ya que, dijo, su calidad actoral hizo el trabajo más sencillo en el set.

Strathairn destacó que le gustaría que con su trabajo y el mensaje de la cinta, la gente apueste por buscar las respuestas dentro de ellos.

Pero, ¿qué le preguntarían a Dios si lo tuvieran frente a ellos?

“¡Me lo he preguntado tantas veces! —dijo riendo Strathairn—. Sería algo como lo que pasa en la cinta, donde Brenton se pregunta por qué las cosas malas le pasan a las personas buenas. Esa es una de las preguntas universales, casi tanto como: ¿por qué hay guerras? o ¿por qué pasamos por ciertas cosas que hacen de nuestra vida algo más difícil?, ¿por qué existen las enfermedades, el odio y todo el comportamiento alrededor de esas emociones?”

Brenton Thwaites añadió:

“No le preguntaría absolutamente nada, estoy contento con cómo veo mi vida”.

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