cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Desde antes que Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio pisara el escenario, la imagen del pachuco con pluma en el sombrero ya se paseaba en el Zócalo capitalino, causando alboroto entre el público, que por seis horas esperó a la banda.

Un hombre vestido como el personaje e invitado por el grupo, llegó hasta el frente y varias cámaras de celulares comenzaron a funcionar.

Así que cuando Roco y compañía arribaron para cerrar actividades del primer día de conciertos dentro de la Semana de las Juventudes, el público explotó.

“¡México Tenochtitlan!, ¡saludos a los corazones!”, abrió Roco, mientras su compañero Sax caminaba hasta el frente para estar cerca de sus fans.

“Bienvenidos a esta celebración de paz y baile”, exclamó después.

Fue sólo el inicio. El vocalista saltaba sobre su lugar cantando “Solín”, la pantalla central proyectaba imágenes de sus conciertos y llamas de fuego eran lanzadas de vez en cuando desde el piso del escenario.

Antes habían existido pequeñas muestras de la olla que era la plancha capitalina, cuando una adolescente y una mujer fueron auxiliadas para brincar la valla que los separaba del escenario y escapar de empujones.

En otra, un joven con el torso desnudo y una máscara de Capitán América había tratado de llegar al escenario, apenas logrando avanzar dos metros antes de ser detenido por un elemento de seguridad.

“En el mundo hay cada vez más racismo y xenofobia en los corazones, queremos un mundo donde quepan muchos mundos, que no haya muros, donde los patas de perro podamos andar”, exclamó Roco.

“Un saludo a la caravana migrante que llega exigiendo que todo mundo tenga un espacio”, agregó instantes después para dedicarle “El sur del sur”.

“Rafael” y “Pata de perro” habían sido interpretadas en los primeros minutos de su presentación, a la que asistieron, de acuerdo con autoridades capitalinas, 100 mil personas.

Antes de la banda, que inició carrera tocando en los campamentos de damnificados por el terremoto de 1985, sobre el escenario desfilaron el Instituto Mexicano del Sonido y Lost Acapulco.

Los primeros, liderados por Camilo Lara, habían alentado la presencia de los “vecinos” en el lugar.

“¡Qué chido poderlos ver en vivo, aquí con ustedes!”, exclamó Lara tras cantar “Escríbeme pronto” y “Yo digo baila”.

¿Más emoción? Con “Acapulco golden” y “Tanga tu tanga” los acapulqueños pusieron a bailar y reír al público.

“¡Si ya se cansaron, podemos tocar una rola de Maná o Ximena Sariñana!”, dijeron antes de interpretar “Demolición”.

Y así, ambas agrupaciones dejaron listo el escenario para el grupo que fusiona rock, ska, reggae y música mexicana.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses