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Björk no se considera una mujer empoderada. La cantante dice que sólo ha luchado por mantener su integridad y con un gran esfuerzo y sacrificio ha podido hacer lo que quiere. Explica que se ha mantenido como una mujer pura y libre en todo lo que hace.

Mediáticamente, la estrella islandesa es considerada una de las mujeres más poderosas en la industria musical, ha roto estereotipos, su estilo de música marca su poder como mujer, pero detrás de eso, afirma la cantante, hay un trabajo que ha tenido que mantener: nunca se ha dejado manipular ni comprometer por nada ni nadie.

“Empoderada es una interesante palabra. Yo no trabajo diciendo que soy empoderada. Tal vez diga que no me siento como una mujer así, pero agradezco mucho que lo piensen de esa manera; nunca me he sentido comprometida en los negocios ni en la música, es decir, toma mucho tiempo si quieres mantener tu integridad. A veces pasa que tienes que decir sí y te conviertes como en una máquina en el capitalismo”, dice Björk en entrevista telefónica para EL UNIVERSAL.

“Si lo vemos de esa manera, fue fácil para mí, porque siempre pude decir que no a ellos. Pude ser pura y creo que de esa manera he tenido que esforzarme y estar en esa posición de una mujer empoderada. Ha habido sacrificios, ha sido duro pero he mantenido mi integridad; para mí es más difícil que me comprometan a hacer algo... bueno este tema es un poco complicado”, añade la artista islandesa.

Intérprete de éxitos como “Army of me”, “Hunter”, “Isobel”, entre otros, más que una mujer empoderada, considera que se siente una persona muy afortunada y bendecida por estar rodeada de gente que la apoya en todo.

“Hago lo que quiero hacer, la audiencia se interesa por mí, me siento bendecida de que la gente que trabaja conmigo es increíble; todos simpatizan y me ayudan con mi visión en el trabajo, eso es una bendición, pero claro, como cualquier persona, tengo buenos días y malos días, hay veces que dudo de todo pero hay días que me siento más confiada; eso es parte de la vida”.

Indescriptible. Björk asegura entre risas que, a sus 53 años, no podría describirse, pero es reconocida por ser camaleónica y estar siempre experimentando con su música porque a pesar de que ha sido exitosa con muchos temas, eso no es un motivo para seguir haciendo lo mismo, al contrario, busca arriesgarse con algo nuevo.

“Cambiar es sano, creo que sería extraño hacer cosas que no fueran interesantes. Uno debe estar seguro de desarrollarse, incluso cuando tú no quieres, para no quedarse en lo mismo. Cambiar es doloroso pero es mucho más doloroso no cambiar, es como una planta que crece en un jardín, todo crece y es natural para un músico no permanecer de la misma manera”.

Después de ofrecer varios conciertos en Nueva York, la cantante escogió a México como el segundo país para presentar el show más grande que ha hecho en su carrera y al cual define como un “teatro digital”. Su decisión se basó en que recordó lo bien que se la ha pasado cuando ha venido.

De acuerdo con la cantante, será un espectáculo único, que tardó varios años en prepararlo y tuvo que enfrentar muchos retos:

“Estuvimos como cinco o seis años preparándolo, viendo la animación, todas las pantallas con los mensajes, mezclando casi 50 sonidos, renté un estudio en Islandia y estuve mezclando por algunos meses, hay muchísimos vestuarios, fue muchísimo trabajo”.

Es por la gran cantidad de producción y las sorpresas que tiene en mente hacer en nuestro país (como invitar a un coro local para que cante con ella) que los boletos se venden a precios elevados, ya que oscilan entre los 766 y los 10 mil 730 pesos dependiendo la sección del Parque Bicentenario.

“Es caro mover las pantallas y lo siento mucho, espero que los mexicanos sean comprensivos porque este show es completamente diferente”.

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