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Cuidar la salud mental es tan necesario como atender la física, porque este mundo puede resultar tan agobiante para algunas personas que buscan, por todos los medios, de dónde aferrarse para sobrevivir, como sucede con la protagonista de la puesta en escena "Personas, lugares y cosas".
“Hay una parte donde ella dice: ‘automedicarse es la única forma de sobrevivir en un mundo que está roto’. Es una frase que no sólo me llega a mí, sino a muchas personas, sobre todo a quienes nos dedicamos al arte y somos más sensibles, porque hay tantas cosas que te pueden sumir en un abismo de oscuridad y uno tiene que aprender a vivir y disfrutar pese a ello”, dice la actriz Ana González Bello, protagonista de esta obra que se presenta en el Foro Lucerna hasta el 12 de enero.
Ana da vida a Emma, una actriz que abajo del escenario es el alma de la fiesta: vive huyendo de la realidad, pero en rehabilitación se enfrentará al papel más difícil, el de ser ella misma.
“No es algo que sólo le pase a Emma, sino a muchos de nosotros. Le huimos al dolor y a las cosas feas; eso finalmente nos lleva a explotar, a caer en situaciones de abuso de sustancias o en dificultades de salud mental. Vivimos en una sociedad donde te dicen que no puedes estar enojado ni triste, y que a lo feo hay que huirle. Está bien ser positivo, pero también hay que darle su lugar al dolor”, considera.
Según explica la actriz, la obra también pone sobre la mesa el papel que juega la familia en el bienestar de una persona, porque no sólo se trata de luchar contra los demás, sino de la forma en que se heredan heridas generacionales, entre ellas el abandono, la violencia, entre otras.
“Pero una persona tiene que ser la que rompa el eslabón y diga: ‘no voy a ser parte de ese ciclo, no voy a guardar silencio”, afirma la actriz.
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