Aunque la primera temporada de "Diablero" se sitúa en la Ciudad de México, la universalidad de la historia ha hecho que la serie creada por J. M. Cravioto haya sido vista por personas no sólo en México, sino además en ciudades como Berlín o Buenos Aires.

“Esta nueva temporada viene mejorada en todos los aspectos. Uno de lo que más nos tiene emocionados a todos es que es la primera serie de Latinoamérica de Netflix a la que le componen una canción exclusiva.

“Nos sentimos honrados porque Café Tacvba es una de las grandes bandas de México y que Quique haya confiado en nuestro proyecto... pues eso habla bien de la compañía y de él, para dar su trabajo a esta serie”, indicó Fátima Molina.

La originaria de Ensenada reveló que entre las sorpresas de esta nueva temporada está la inclusión de nuevo elenco (Michel Duval y Ela Velden) y un nivel de producción superior al de la producción anterior.

“Viene una revolución femenina en esta nueva etapa, lo cual me encanta pues además de que es algo que está muy en boga, también es necesario seguir mostrando a mujeres fuertes. Además en esta temporada, través de los demonios, se están haciendo tributos a películas de los 80, el tipo de demonio que viene es distinto. Lo cual está bien pues eso habla de un nivel técnico superior”, explicó la actriz.

Para Cravioto, la imprudencia de la serie, más allá de los aspectos técnicos y la popularidad, se deben a la historia y sobre todo a la manera en que se muestran las tradiciones mexicanas y los sitios de la capital.

“El bagaje es todo, yo como fan del cine de terror, de la novela gráfica, de los cómics, (de niño crecí leyendo cómics y de los superhéroes) me influí un poco de todo eso. Pero también está aquí metida la huella de la plástica mexicana, por ejemplo si te gusta el trabajo del pintor Daniel Lezama o de Arturo Rivera, hay terror en sus cuadros, hay mexicanidad, hay textura en sus pinturas; entonces tomamos mucho de estos pintores, tomamos mucho del cine de los 80, este que se hacía con cámara en mano, con diferentes ópticas”, dijo Cravioto.

Para Molina, quien da vida a Keta Infante, uno de los diableros, la popularidad de la serie se basa en gran parte al trabajo de edición y producción de la serie, ya que el género del terror pocas veces es explorado en las producciones mexicanas.

“He hecho series de acción y tengo ciertas herramientas y horas vuelo que me permiten tomar ciertas decisiones o saber a qué me voy a enfrentar. En el maquillaje, bueno, la realidad es que se logró haciendo un equipo top, sé que eso se dice mucho pero este sí lo era. Por ejemplo, estaba Roberto Ortiz, que es el mejor en nuestro país haciendo maquillaje. En los stunts (dobles de acción) está Julián Bucio que tiene 40 años dedicándose a eso y haciendo todas las películas que vienen a México, trabaja más en Hollywood que aquí”, añadió.

Molina, (quien comenzó como parte del reality show La academia) no es creyente de cosas paranormales, distinto a lo que se pudo ver en la primera temporada, ya que ella además de ser enfermera es santera.

Pero esa situación no hace que considere que no es importante que las tradiciones y el folklor mexicano sea retratado a través de esta ficción.

“Como se pudo ver en la primera temporada, mi personaje tiene un pasado doloroso que se fue revelando a través de los capítulos. Me gusta que las personas en la calle me digan cosas positivas, eso significa que les gusta mi personaje. Me siento feliz y muy orgullosa de ser parte de esta producción, donde mostramos un universo propio muy mexicano”, comentó.

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