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En junio de 2010, Armando Vega Gil y sus compañeros de Botellita de Jerez llegaron al cine de la mano de un falso documental sobre el grupo, llamado Naco es chido.

Dirigido por Sergio Arau, tenía como hilo conductor el reencuentro entre los tres músicos, luego de dos décadas de pleito.

“Desafinados y pésimamente grabado, son ellos”, se dice en una escena para comprobar que era grabación original.

El personaje de Vega Gil, “El Cucurrucucú”, se encontraba recluído en una clínica de rehabilitación debido a sus adicciones; Francisco Barrios “El Mastuerzo” era callejero y Arau había intentado saltarse el muro para llegar a EU.

“Todo esto una farsa, si ahora salgo a la calle y me atropella un micro, van a decir quién se vomitó”, dice instantes después al momento del encuentro con los demás música.

La cinta salió en 10 pantallas y el DVD se vendía durante las presentaciones de la banda.

En Naco es chido aparecían, entre otros, la escritora Laura Esquivel y el vocalista de Café Tacvba, Rubén Albarrán.

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