Así como hace unos días el productor habló abiertamente sobre su padecimiento pulmonar y sus intenciones de convertirse en donador de órganos para ayudar a quienes, como él, están en busca de una segunda oportunidad de vida; ahora el también actor se sinceró sobre uno de los momentos más duros de su vida: la muerte de su madre y su hermana cuando viajaban de Atenas a Egipto.

Los lamentables hechos ocurrieron en 1985, sin embargo, la situación ha sido tan traumática que en más de 30 años Jorge no había podido tocar el tema, pero el tiempo y la resignación han curado sus heridas y ahora, en entrevista con la periodista Matilde Obregón, decidió romper el silencio.

De acuerdo con sus declaraciones, el viaje en el que se embarcaron sus familiares fue un regalo que el propio Ortiz de Pinedo les hizo, pues su mamá siempre había soñado con recorrer Europa: "Antes de comprar un coche o dar el enganche de un departamento, quise darle algo a mi mamá. Contratamos un viaje, compramos todo: hoteles, pasajes, entradas a museos, todo. Yo me sentía muy feliz”, dijo.

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El creador de "Cero en conducta" también detalló que en un principio todo iba de maravilla, pero el sueño se convirtió en pesadilla cuando abordaron el vuelo con destino al Cairo, pues fue secuestrado por un grupo extremista armado que pidió a la tripulación desviar el rumbo.

"Secuestraron el avión y venían unos guardias de civiles quienes trataron de defenderlo. Se arma una balacera, se rompen los vidrios, se descompresuriza el avión y los secuestradores querían que llegara a Libia, pero ya no tenía combustible”, agregó.

También explicó que un intento de negociación las autoridades egipcias aceptaron darles comida, con la condición de que bajaran las mujeres de origen árabe, pero todo se complicó cuando una mujer judía se coló entre las pasajeras, desatando una balacera al interior de la nave

Por si fuera poco, el avión se incendió y lamentablemente la mayoría de los pasajeros perdieron la vida: "Esto se convierte en un infierno. De los 90 y tantos pasajeros, 80 murieron, entre ellos mi madre y mi hermana”.

La peor parte, además de perder a dos de las mujeres que más amado, vino días más tarde, cuando tuvo que reconocer los resto entre un mar de víctimas, algunas de ellas con quemaduras severas y heridas de bala: "(Es) Algo que no se lo deseo a nadie. No lo puedo describir. Aunque lo pueda contar no lo puedo comprender".

El comediante explicó que con el paso de los años y muy a pesar del profundo dolor, pudo comprender que lo único que podía hacer para honrar sus memorias era continuar viviendo, y así lo ha hecho hasta el día de hoy, aunque jamás ha dejado de recordarlas: "La vida tiene que seguir, recordarlos como eran de verdad y por ellos y por los que se quedan, seguir viviendo y seguir amando”, finalizó.

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