quiso ser actriz de cine y lo consiguió en el año 2000 con Luego quiso ser protagonista de telenovelas y lo logró en 2003 con “Enamórate”, de Azteca. Más tarde quiso triunfar en Hollywood y lo hizo en 2008 con el filme “Street Kings”, junto a Keanu Reeves y Forest Withaker. Después quiso ser guionista y productora y lo logró con “Te presento a Laura.”

Todo lo ha tenido Martha Higareda… excepto una familia.

“De pronto pienso: soy esta persona con todos estos sueños que ha logrado tantas cosas y no puedo formar una familia… es muy triste”, dijo Martha Higareda en una entrevista con Yordi Rosado en la que también confesó la solución que encontró a este dilema existencial que la atormenta.

“Fui al doctor y congelé mis óvulos”, contó la actriz mexicana de 38 años.

Higareda hizo esta revelación en un tono efectivamente triste y con un evidente nudo en la garganta. Relató, por ejemplo, que fue especialmente doloroso, emocionalmente, el momento en que se comenzó a inyectar hormonas.

Esta inyección es la primera parte del procedimiento para congelar los óvulos, la cual consiste en cinco grandes fases principales.

1.- Estimulación ovárica: Se trata de inyectar hormonas de manera subcutánea para que varios folículos expulsen sus óvulos al mismo tiempo, algo que no ocurre de manera natural en los ciclos menstruales.

2.- Estimulación de la ovulación: Es una segunda tanda de inyección de hormonas que permite la maduración de los óvulos para que sean extraídos

3.- Extracción de óvulos: A través de un método de punción, se extraen los óvulos y se eligen los que mejor hayan respondido al proceso de maduración

4.- Preparación: Los óvulos elegidos se bañan en sacarosa para quitarles el agua de su interior (esto evita que durante la congelación se formen cristales que los dañen)

5.- Vitrificación: Es un método de ultracongelación que se realiza a -196 grados con nitrógeno líquido.

Martha Higareda contó a Yordi lo que vivió durante todo ese proceso, incluyendo un momento de crisis en el que su exesposo le ayudó a inyectarse hormonas.

“Tuve un arranque de decir: 'y por qué no hablamos de estas cosas antes de casarnos, en qué momento no nos dimos cuenta que no teníamos los mismos valores, sino que hasta ahora que estoy soltera, divorciada e inyectándome hormonas para congelar mis óvulos”.

La actriz, guionista y productora mexicana cuenta que esta decisión la tomó después de divorciarse del también actor Cory Brusseau y coincidió con que empezó a sentir la necesidad de la maternidad.

Dijo que en ese momento pensó: “Híjole quiero tener hijos y este reloj biológico me va a estar presionando para buscar una pareja”.

Esa reflexión la llevó de manera natural a la vitrificación de sus óvulos : “Estaba divorciada de un hombre que no era malo, no me engañó, simplemente no encajamos y entonces tenía que tomar una decisión inteligente y fui al doctor y congelé mis óvulos”.

Hoy se siente tan a gusto con esa decisión que incluso piensa que su ejemplo debería cundir. “Es importante que muchas mujeres hagan esto para que no estés buscando al papá de tus hijos, sino al compañero de tu vida; porque al final, los hijos se van, vuelan”.

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