estaba lista y dispuesta para conceder una entrevista sobre una serie de conciertos navideños programados en el Reino Unido.

Usando un vestido rojo, reclinada en un sofá y con un árbol de Navidad de fondo, la cantante fue consultada por la reciente balacera acontecida en Las Vegas mientras conversaba con el programa "Good Morning Britain".

El periodista Piers Morgan dejó de lado la promoción de la presentaciones en vivo de Carey y comenzó por preguntarle sobre la contingencia.

El gran detalle fue que la artista no estaba al tanto de la tragedia y fuera de cámara no había sido informada de los acontecimientos, por lo que su opinión la otorgó de la manera más distendida.

"Nadie lo hubiese esperado. Está mal. En realidad no sé qué decir", señaló la intérprete, motivo por el que Morgan se vio forzado a detener la entrevista.

La actitud de Carey despertó molestias en los televidentes. Algunos de ellos, como en estos casos, expresaron que Mariah Carey había sido totalmente indiferente con lo ocurrido.

nrv

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