Windsor.— Millones de personas seguirán mañana por televisión la boda del príncipe Harry de Inglaterra con Meghan Markle. La novia se sale de los cánones habituales de la realeza: no procede de la nobleza británica, sino que es una plebeya de Estados Unidos con raíces afroamericanas.

La joven de 36 años es actriz, está separada y no tiene la arrogancia que a menudo caracteriza a la élite británica. Precisamente por esto último entusiasma tanto en Reino Unido la mujer que dará el “sí” al hijo pequeño del príncipe Carlos.

Todavía no está claro quién llevará a Meghan al altar. Su padre, Thomas Markle, no asistirá finalmente al enlace por motivos de salud, anunció la propia novia. Según la prensa, el iluminador de televisión retirado sufrió un infarto hace una semana.

Pero Thomas Markle, de 73 años, ya había anunciado el lunes que no asistiría a la ceremonia para no incomodar a su hija ni a la familia real después de que se difundieran informaciones según las cuales pactó fotos suyas con pararazzi. Un día después se desdijo y afirmó que acompañaría a su hija el día de su boda, pero finalmente no será así.

Se especula sobre si la prometida llegará al altar de la mano de su madre, Doria Ragland, profesora de yoga y trabajadora social de 61 años, que llegó a Londres el miércoles.

El Palacio de Kensington no ha hecho pública la lista de invitados pero se da por hecho que asistirá Elton John, amigo de la fallecida Diana de Gales, la madre de Harry. El príncipe es el sexto en la línea de sucesión al trono y a su boda no hay políticos invitados, ni siquiera la primera ministra británica, Theresa May.

Harry y Meghan pidieron que en lugar de regalos de boda se hagan donativos a organizaciones benéficas que se ocupen, entre otros, de personas sin hogar o niños con VIH. Habrá decoración floral, pero con plantas autóctonas. Y no faltará el pastel de boda, una creación de limón y flores de saúco elaborada sobre todo con productos ecológicos por una confitería hipster.

El encargado de casar a la pareja será el arzobispo de Canterbury, en una ceremonia que se celebrará en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses