El diseñador de modas Mossimo Giannulli fue sentenciado a cinco meses en prisión por pagar medio millón de dólares en sobornos para que sus dos hijas ingresaran a la Universidad del Sur de California como integrantes del equipo de remo.

En su primera muestra pública de arrepentimiento desde que él y su esposa, la estrella de “Full House” (“Tres por tres”) Lori Loughlin fueron a restados el año pasado, Giannulli dejó ver un poco de emoción al decir al juez que lamenta “profundamente” el daño que causaron sus acciones a sus hijas, esposa y otras personas.

“Asumo la responsabilidad completa por mi conducta. Estoy listo para aceptar las consecuencias y avanzar con las lecciones que he aprendido de esta experiencia”, dijo Giannulli en un breve comunicado.

Se espera que Loughlin sea sentenciada más tarde el viernes después de declararse culpable bajo un acuerdo con los fiscales por el que pasaría dos meses en prisión.

Al aceptar el acuerdo de culpabilidad de Giannulli, el juez de distrito Nathaniel Gorton dijo que la sentencia a cinco meses de prisión “es suficiente pero no mayor que el castigo necesario bajo las circunstancias”. Gorton amonestó a Giannulli por lo que describió como un “fraude impresionante” que fue posible por su riqueza y privilegio.

“No estaba robando pan para alimentar a su familia. No tiene excusas para su crimen y eso lo hace más reprochable”, dijo el juez a Giannulli antes de sentenciarlo oficialmente.

Giannulli se tendrá que entregar a las autoridades el 19 de noviembre.

Bajo su acuerdo de culpabilidad, Giannulli también tendrá que pagar 250 mil dólares de multa y realizará 250 horas de trabajo comunitario. Loughlin ha pedido pagar una multa de 150 mil dólares y realizar 100 horas de trabajo comunitario. A diferencia de la mayoría de los acuerdos de culpabilidad, en los que el juez tiene la libertad de decidir la sentencia de los acusados, sus condenas dependían de si el juez aceptaba su propuesta.

La sentencia de la famosa pareja surge tres meses después de que cambiaran el curso de su juicio y admitieran que participaron en el ardid para admisiones universitarias que evidenció los extremos a los que llegan algunos padres ricos para que sus hijos entren a universidades de élite.

Son algunos de los 30 padres famosos y ricos que se declararon culpables en lo que las autoridades federales llamaron “ Operación Varsity Blues ”, por la que descubrieron enormes sobornos para que los hijos de estos padres ingresaran a las universidades con resultados de examen fraudulentos o falsas referencias atléticas.

La fiscal federal auxiliar Kristen Kearney dijo que Giannulli mostró “una actitud privilegiada y engreída”.

“Esta falta de respeto para diferenciar el bien y el mal merece una sentencia significativa en prisión”, dijo.

Loughlin y Giannulli habían insistido por más de un año que creían que sus pagos eran “donaciones legítimas” y acusaron a los fiscales de esconder evidencias importantes que podrían demostrar que la pareja era inocente.

El cambio de actitud de la pareja surgió poco después de que el juez rechazó su solicitud para desestimar el caso por acusaciones de una conducta inapropiada de los agentes federales.

El caso afectó la imagen limpia de Loughlin, quien se volvió famosa como la centrada tía Becky en la comedia “Full House” que se transmitió en las décadas de 1980 y 1990, y después se volvió estrella del canal Hallmark con sus películas navideñas y la serie “ When Calls the Heart ” (“Cuando habla el corazón”).

Otros padres sentenciados a prisión en el caso pidieron al juez que les permitiera cumplir su condena en arresto domiciliario por la pandemia de coronavirus, pero Gorton, famoso por sus fallos severos, ha negado estas solicitudes.

Antes del viernes la pareja no había hecho declaraciones públicas desde su arresto, y a diferencia de los otros padres declarados culpables en el caso, no presentaron cartas expresando su arrepentimiento o notas de apoyo de su familia y amigos.

Los fiscales señalaron que Giannulli merecía una sentencia más grave porque fue el “participante más activo en el ardid” mientras que Loughlin “tuvo un papel menos activo, pero de cualquier manera era totalmente cómplice”.

El abogado de Giannulli, Sean Berkowitz, lo describió como un padre devoto que “ignoró las alarmas” cuando el consultor de admisiones, que según las autoridades está en el centro del fraude, Rick Singer, le sugirió engañar al sistema.

“Se arrepiente profundamente arrastrar a su esposa en el ardid, se arrepiente profundamente de las consecuencias que esto ha tenido para su familia. Sus hijas han sido acosadas en redes sociales y en persona”, dijo Berokwitz. “La familia ha sido el rostro de la crisis y el escándalo”.

La pareja dio su dinero a través de una organización caritativa fraudulenta operada por Singer para que sus hijas ingresaran a la universidad como miembros del equipo de remo, a pesar de que ninguna practicaba el deporte. Singer, quien también se declaró culpable, iba a testificar contra ellos si se iban a juicio.

Los fiscales dijeron que la pareja permitió que las hijas fueran “cómplices totales en el crimen” al indicarles que posaran para fotos en máquinas de remo y advertirle a su hija menor que no hablara mucho con una asesora de su secundaria para evitar ser descubierta.

Entre los otros padres famosos que han sido sentenciados a prisión por participar en el fraude universitario está la actriz de “ Desperate Housewives ” (“Esposas desesperadas”) Felicity Huffman , quien estuvo dos semanas tras las rejas a finales del año pasado después de admitir que pagó 15 mil dólares para que alguien corrigiera las respuestas del examen de admisión de su hija.

fjb

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses