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Hace dos años Eduardo España creó la obra Felices, pero por carga de trabajo tuvo que dejarla de lado, por eso ahora se da la oportunidad de retomarla en el Teatro Xola, a partir del 19 de agosto, y lo hace en un momento donde se siente más en paz.

“No sé qué está pasando, pero estoy sientiendo mucho la vida. Puede sonar cotidiano, normal, pero a veces caemos en el automático y eso está impreso en la obra, tiene que ver con ese espíritu”.

El actor asegura que toma la vida con más tranquilidad y disfruta las pequeñas cosas del día a día, como ver una película o tomar un café.

El creador del personaje de Márgara Francisca recordó que Felices significó reflexionar sobre lo que es la vida en el momento que la escribió, sobre todo porque ya había pasado la pérdida de un ser querido, su pareja Ranferi Aguilar.

“Soy nostálgico por naturaleza, pero lo encauzo, para mí es aprender a aceptar los cambios físicos, emocionales, porque no sabes qué pueda suceder”.

Por eso Lalo España explica que tenía una gran necesidad de volver a montar esta obra, debido a que significa mucho para él, porque él la escribió, la dirige y además actúa, y al ver la escenografía guardada en una bodega no dudó en hablar con la productora Rebeca Moreno y plantearle la posiblidad de llevarla al teatro que ella opera, el Xola, y por fortuna la respuesta fue positiva.

“Sí tuve que retocar el texto, hacer cosas más actuales, es un montaje más osado, arriesgado, donde le quitamos aspectos de solemnidad, antes estaba preocupado de detalles como dónde moverme y ahora han surgido más cosas con los personjes en los ensayos, en la improvisación. Me emociona mucho estar en el escenario, porque detrás de un un gran monólogo hay un gran equipo”, expresó.

Otro de los retos de volver a esta historia es que ha tenido que recuperar condición física porque confesó haberse portado mal con la comida y estar fuera de forma, y Felices necesita que el mueva escenografía y utiliería.

El comediante sabe que apostarle al teatro es incierto, porque además de invertir lo propio, nada asegura que la gente vaya al teatro, por eso siente el compromiso de dar un espectáculo de calidad para que el público salga satisfecho.

“Hoy captar la atención de la gente es un reto, pero me gusta ir contra corriente y provocar que las cosas sucedan”.

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