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“Poco después de un escándalo en el que nadie fue castigado por haber cometido agresiones sexuales, un amigo me preguntó qué consideraba un ajuste de cuentas apropiado. ‘Al menos quiero que pierdan su trabajo’, dije. Quiero que otros vean que si le haces eso a alguien, tu vida se pone patas arriba”, escribió Olivia Collete en la columna “Porqué dejé de ver las películas de Woody Allen”, que se publicó en el blog Rogerebert.
El tema está sobre la palestra. En Hollywood, lo que no es condenado por la ley está siendo castigado con el rechazo público y bien lo sabe Woody Allen, quien pasa por uno de sus momentos de más baja popularidad, tras que resurgiera la acusación de abuso sexual contra su hija Dylan Farrow.
El cineasta trabaja en un nuevo proyecto que se titula A Rainy Day in New York. La cinta está en postproducción y corre el peligro de no ser estrenada jamás. Amazon está teniendo problemas para estrenar la cinta.
“Rainy Day será distribuido por Amazon a fin de año sin ningún tipo de publicidad o gran estreno”, dice una fuente a Page Six.
En la antesala de su lanzamiento, actores que participaron en ella como Selena Gomez y Timothée Chalamet se han distanciado del cineasta.
Pero a diferencia de otras actrices que se han distanciado de Woody Allen o han lamentado haber trabajado con él, Diane Keaton salió en defensa del cineasta.
“Woody Allen es mi amigo y sigo creyendo en él”, escribió la actriz en Twitter.
