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Como las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo Metro sólo daban largas para otorgar permisos, la película Marioneta se apropió por dos horas de un vagón de la línea tres del servicio.

Esto, apoyada por los mismos usuarios, quienes al ver que se encontraban filmando en su interior, les daban permiso hasta de acomodarlos y ayudar de esa manera en las escenas.

Dirigida por Álvaro Curiel (Hasta que te conocí y Acorazado), la historia se centra en un actor extranjero (Rafael Ernesto) quien conoce en un vagón a una chica (Fátima Molina), perteneciente a un red mafiosa, que solicita dinero con mentiras a los pasajeros.

Gabriela Gavica, productora a través de Mandarina Cine, recuerda:

“Ejercimos plan B y dijimos nos vamos a robar la locación, metimos la cámara en una bolsa de basura y nos fuimos a filmar en la línea verde.

“Sacamos las escenas que quisimos, la gente superamable, decíamos a alguien que se parara en algún lugar, la sociedad civil super alivianada, tampoco era que fuera a explotar o incendiar el Metro”.

El crew consistió en cuatro personas, incluyendo director y actor, este último teniéndose que cambiar en el interior del mismo vagón.

“¡Recorrieron la línea por completo ida y vuelta!”, agrega divertida Gavica.

“Lo que me impresiona es que al día de hoy, 23 de marzo (ayer) no pueda hablar con ningún productor que diga cómo le hizo para filmar en el Metro, todos tienen versiones distintas y eso dice que si no hay un protocolo para filmar en el Metro, lo que existe es corrupción”, subraya.

La mayoría de escenas a desarrollarse en el Metro serán hechas en foro.

Marioneta es grabada en locaciones de la Ciudad de México, como una vecindad; la explanada de Teatro Blanquita, Coyoacán y tendrá algunas escenas en el estado de Guerrero.

Esta semana la película brincó a los medios de comunicación cuando un grupo de vándalos les impidió filmar en la Alameda Central, ante la complacencia policiaca presente en el lugar

“No puede ser que ahora saquemos una cámara y eso nos hace mal, estamos generando empleados, no podemos ser golpeadas por unas personas que no quieren que miremos”, indica Curiel.

El mafioso. Juan Manuel Bernal dará vida al líder de la red de estafadores que opera en el Metro pero, considera, es un personaje luminoso.

“Está fuera de esto que dicen que todos (los personajes) son buenos o malos, aquí podría decir que tiene muchas virtudes como el ser un buen padre y leal con quien lo es con él; cree, dentro de la educación que ha tenido, que hace un bien a todos aunque a la vista de lo demás es un explotador brutal”, detalla.

La cinta es un proyecto iniciado hace cinco años de la mano del escritor cubano Arturo Arango y el mismo Curiel; lograron recientemente el apoyo de Fidecine y respaldo de Mónica Lozano (No se aceptan devoluciones).

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