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Burbank, California.— Como padre de cuatro hijas, Ewan McGregor (Lo imposible, La bella y la bestia, La isla) dice que ha buscado la cercanía con su familia, tal como lo vive su personaje de Christopher Robin, aquel niño que convivió con Winnie the Pooh y que ahora es un hombre de negocios ocupado en la vida moderna.

“Todos los días nos sumergimos en ir de aquí a allá, nos mandamos e-mails, nos perdemos en la agenda y nuestros gadgets y responsabilidades, que ocupamos cada minuto desde el despertar hasta irnos a dormir. Ya no nos damos tiempo para sentarnos al jardín o en una banca, para ver el paisaje frente a ti. No te permites estar sólo contigo mismo y experimentar el hecho de existir”, reflexiona McGregor en entrevista para EL UNIVERSAL.

De hecho, dice, fue una de sus hijas la que lo hizo contemplar la posibilidad de actuar en una película familiar, luego de haber hecho filmes de acción y ciencia ficción y personajes como Obi-Wan Kenobi de Star Wars.

“La inspiración de Christopher Robin llegó cuando mi hija estaba viendo uno de los cortos animados de Pooh en su I-PAD y me dijo: ‘Por una vez, ¿no puedes hacer una película para niños? Porque todas tus películas son muy oscuras’. Y le dije: ¿Por qué no hacemos Pooh? y ella me respondió: ¡Esa es muy buena idea!...

“Y las estrellas se alinearon y la filmamos y aquí estamos. Pero también le advertí a mi hija: no sólo la voy a hacer la película para ti sino para mí, mi mamá, mi abuela y todos, para que todos la puedan disfrutar, como sucedió con todos los clásicos de Disney, donde se combinan la luz y la oscuridad dentro de sus historias”.

En una era de muchas ocupaciones y presiones, McGregor considera que ayuda mucho recuperar la esencia del ser humano y volver a ser niño.

“Creo que siempre debes mantener a tu niño interno vivo. Durante la vida te debes de reencontrar con tu infancia una y otra vez”, señala el actor inglés, quien lució saco oscuro y evitó los calcetines durante la premiere del filme en la sala de proyección de los estudios Disney, donde el mismo Walt Disney vio la proyección de los primeros cortometrajes de Winnie The Pooh que lo hicieron famoso desde su debut en cine en 1966.

Christopher Robin, que se estrena este viernes, combina acción en vivo con personajes animados digitalmente de forma realista, presentando al personaje de McGregor casado y como padre de una niña, a quien le es difícil conectar con entusiasmo por la vida. Todo cambia cuando los juguetes de peluche de su niñez: Pooh, el tigre Tiger, el puerquito Piglet, la lechuza Búho, Conejo, la canguro Cangu y su hijo Rito, e Igor, el burro al que se le cae la cola, lo invitan a una reunión difícil de rechazar.

Cuatro series de televisión, una decena de cortometrajes, otra decena de películas directas para DVD, cinco filmes enteros animados proyectados en cine y videojuegos han mantenido vigente a Winnie the Pooh.

“Creo que la historia de Winnie The Pooh nunca va a caducar. Yo me identifiqué mucho, porque tengo cuatro hijas con quienes me quiero comunicar cada día”, y agrega jugueteando: “El mensaje en la historia es que a veces en la vida es mejor no hacer nada, para que después puedas hacer algo muy bueno. Vale la pena el detenerse y de esa reflexión podrás aprender algo de ti”.

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