Madrid.— El Hotel Four Seasons del centro madrileño fue el escenario ideal para el encuentro que EL UNIVERSAL tuvo en privado con el actor Alberto San Juan, quien encarna a Cristóbal Balenciaga, y la creadora donostiarra de la serie basada en el diseñador, Lourdes Iglesias.

Son seis capítulos centrados en los 30 años que el diseñador vasco estuvo en París. La historia comienza cuando el artista presenta su primera colección en 1937, mostrando datos de su vida, como su relación con quien fuera su gran amor, Wladzio d’Attainville, así como sus lazos con otros grandes diseñadores de la época, tales como Christian Dior, Coco Chanel y Hubert de Givenchy.

La serie retrata además el oscuro periodo de la ocupación nazi en Francia, haciendo énfasis en la moda y en la forma en la que la Maison Balenciaga sorteó esos tiempos. Ahonda, además, en la amenaza que representó para la alta costura y los cambios que trajo la aparición del prêt-à-porter (prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda), entre muchos otros detalles fieles a la historia que rodearon la leyenda de Balenciaga.

De acuerdo con la creadora, lograr un retrato tan fiel y humano de Cristóbal fue el mayor reto de este proyecto.

“La vida de Balenciaga me pareció la historia perfecta para una serie. El hecho de que haya tan poca información acerca de él fue un aliciente porque disfruté mucho toda la labor de investigación”, contó Iglesias, quien se adentró a profundidad en la vida del artista oriundo de Guetaria, quien también vivió y tuvo uno de sus talleres en San Sebastián.

Para Lourdes, ir recopilando e hilando los detalles que las personas que lo conocieron o trabajaron con él le fueron desvelando, significó un reto fascinante.

“Cristóbal sólo concedió dos entrevistas en su vida: una es una mini entrevista en la que casi no cuenta nada y luego con la periodista Prudence Glynn en París; de esta última aprovechamos para incluir ciertas anécdotas de detalles que otras personas nos habían contado de la personalidad de Cristóbal, como la manía que tenía de arreglarle las mangas de las chaquetas mal cosidas a las personas que conocía, etc. Ahí hicimos un poco de ficción, pero con detalles reales”, detalló Iglesias.

De Balenciaga a Don Juan

Para ponerse en la piel de Balenciaga, Alberto San Juan tuvo que adentrarse a lenguas como el francés y el euskera.

“Tuve que aprender a familiarizarme con sus materiales: la aguja, las tijeras, los tejidos, la cinta métrica... Ayer justo le oí decir a un actor que cuando haces un personaje hay algo de invocación, algo como: ‘ven a mí personaje’ Y pues se hace lo que se puede. Lo que no llega, te lo inventas”, apuntó entre risas el histrión, quien charló con EL UNIVERSAL horas antes de estrenar su comedia musical Macho grita, en el Teatro Pavón, en la que el actor reflexiona sobre el mito de Don Juan.

Pese a que Cristóbal Balenciaga fue una figura muy alejada de los medios y los reflectores, el gran logro de la serie, de acuerdo al actor, es el de retratar ese lado humano e íntimo del personaje, con los miedos, las motivaciones y peculiaridades del creador vasco.

“Muchos testimonios afirman que era un hombre muy amable y educado, pero distante; que era en la intimidad de su casa y con los amigos más cercanos cuando se soltaba más y hasta contaba chistes; que en el trabajo era muy educado con sus empleados, pero te nía explosiones de cólera, que era una persona con grandes crisis de inseguridad, que sufría mucho el proceso creativo, pero que tenía un impulso irrefrenable para seguir adelante”, apuntó el actor.

A la vez que venerada, la figura del artista vasco también ha sido cuestionada a lo largo de los años por las diferentes decisiones personales y políticas (o apolíticas) que tuvo. En este proceso, San Juan cuenta cómo fue que logró comprender a Balenciaga.

“Para un actor, el mayor placer es interpretar a un personaje alejado de sí mismo porque hasta en el ser más alejado puedes encontrar la conexión en ti. Porque todo lo que conforma al ser humano, desde el más creativo hasta el más destructivo, está potencialmente en nosotros”.

Seducidos por México

Lourdes contó que ahora está trabajando en un proyecto que se hará en México, y Alberto, por su parte, aseguró que le encantaría hacer algo en tierra azteca.

“Me fascinaría, no conozco México. En el año 2000 me ofrecieron hacer una película ahí y dije que no porque tenía otras cuestiones. ¡Me arrepiento tanto! Pero espero tener ocasión de enmendar aquel error”, compartió el actor, al que le apasiona contar historias y cuya perspectiva acerca de la moda y de la alta costura cambió después de trabajar para esta serie, que estrena este viernes 19 a través de la plataforma Star+.

“Antes no sabía nada ni tenía el más mínimo interés por la moda. Después de hacer Balenciaga, tengo un gran respeto y admiración por este mundo”.

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