A pesar de que ha sufrido discriminación laboral, Alexandra Beffer no pierde la esperanza de un día volver a la radio. La locutora comenzó a los 16 años en un programa infantil de la XEW y ahí se enamoró de este medio.

"Vengo de la vieja escuela, de haber trabajado con León Michel, Genaro Moreno, Gustavo Ferrer, ellos fueron mis grandes maestros y ese respeto y amor que tengo por la radio nunca se terminará. La sensación de estar en una cabina me provoca sentimientos en la panza y espero un día poder regresar", dijo Beffer en entrevista.

La también actriz, de 85 años, estaba al frente de cinco programas en Grupo Radio Fórmula cuando un día al aire se dio cuenta de que no podía distinguir las letras en el papel, preocupada acudió al médico, quien le informó que tenía un grave problema y gradualmente perdería la vista.

"Llevaba jornadas de diez horas diarias porque yo personalmente escuchaba a mis radioescuchas y mi equipo y yo pensamos que esto se trataba nadamas de un problema por tantas horas trabajando, cuando voy al médico pensando que todo se remediaría con unos días de no leer, cuál sería mi sorpresa que me dicen que mis ojos estaban opacos como los de un pescado y me iban a tener que hacer unos estudios y de ahí en adelante me programan para sacarme los ojos", contó Beffer en entrevista.

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A partir de entonces tuvo que aprender a lidiar con la discapacidad y la discriminación , no fue fácil, reconoce, en una ocasión intentó siucidarse, pero su hijo la salvó y la llevo a una escuela para ciegos, a la que hoy apoya con su labor altruista.

"Se apagaron mis ojos pero no mi voz, de hecho el público me bautizó como 'La voz de la esperanza' hace muchos años y dije sí puedo ayudar a alguien que esté en la misma condición que yo lo voy a hacer", afirmó.

Ahora, ante la negativa de las empresas de radio y televisión para recontratarla, 'La Beffer', como la llaman sus amigos, se ha refugiado en las redes sociales, donde continúa con el programa "Mujeres en acción", con el que está en la lucha contra la violencia de género , brindando ayuda a través de especialistas como médicos, psicólogos y abogados.

Sin embargo, ella no pierde la esperanza de que su voz vuelva a ser una esperanza para aquellos que la necesiten.

"No quito el dedo del renglón, tengo la firme convicción de que quiero regresar a la radio... no se tiran a la basura más de 30 años de experiencia", reclama. “Mis ojitos ya no pueden ver, pero mi mente está al cien por ciento, ya no escribo, pero visualizo mis proyectos, mis temas y vivo con el mismo empeño y compromiso para mi público, Dios quiera que se me de porque extraño la magia de la radio", apuntó.