Sarampión, poliomielitis, tos ferina… Para la mayoría de los mexicanos de las nuevas y antiguas generaciones suenan a temas lejanos de la infancia, para los primeros porque nunca han visto estas enfermedades y sus complicaciones y secuelas, y para los otros porque ya no ven a nadie que se enferme por dichos padecimientos; sin embargo, ellos sí tuvieron amigos o familiares que se enfermaron, fallecieron o quedaron con secuelas, por ejemplo, en el caso de la polio. Se trata de enfermedades graves, potencialmente mortales, que hoy están reapareciendo en distintas regiones del mundo. Decisiones basadas en información parcial o errónea están permitiendo que esto ocurra.

En estos momentos, como si se tratara de una escena de mediados del siglo pasado, algunas naciones de la Unión Europea y en Estados Unidos están viviendo el regreso del sarampión entre su población. Recientemente escuchamos con preocupación sobre un brote en el estado norteamericano de Minnesota, donde los casos registrados en lo que va del año han rebasado la totalidad de la incidencia en todo el país en 2016 .

La razón de estos brotes es simple: en estos países se ha bajado la guardia y ha permeado el llamado de quienes argumentan que la vacunación provoca efectos adversos graves, y se olvidan por completo de las complicaciones y muertes que pueden suceder si se presenta la enfermedad. Desafortunadamente, las consecuencias de este discurso han sido negativas en algunas regiones del mundo, y hoy enfermedades graves pero que son prevenibles a través de la vacunación, están afectando a sectores importantes de población, por ejemplo, a niños y adultos sanos, o incluso aquellos con algún compromiso de sus defensas o inmunidad.

El desarrollo de vacunas no consiste únicamente en la generación de antígenos para combatir males específicos; hay líneas de investigación detrás de cada vacuna que permite mejorar su funcionalidad, elevar su nivel de protección, y descubrir nuevas formulaciones para combatir cada vez más enfermedades. Adicionalmente, existen estrategias sólidas que involucran a gobiernos de todos los niveles, para garantizar el acceso gratuito a las vacunas.

Aún queda mucho por hacer y nuestra labor como profesionales de la salud es impulsar que suceda. En la región de las Américas aún hay 1.55 millones de niños que no han completado el esquema básico de vacunación . De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), si todos los países del mundo consiguieran inmunizar al 90% de los niños menores de cinco años, se podrían prevenir dos millones de muertes al año en este grupo de edad .

Actualmente, con la vacunación se previenen enfermedades como el cáncer cérvico-uterino a través de la vacunación contra el VPH, la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la parotiditis o paperas, la tos ferina, la neumonía, la poliomielitis, las diarreas por rotavirus, la rubéola, el tétanos, entre otras.

En México, país que ha visto surgir enfermedades terribles como la influenza AH1N1 en 2009, el panorama es alentador ya que la cultura de vacunación es muy sólida, aunque nos toca seguir impulsando una agenda en favor de la prevención. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en 2015 México alcanzó una cobertura de inmunización de 98% en adultos y adultos mayores por Influenza estacional .

En 2017, el Plan de Acción Mundial sobre vacunas llegará a medio camino; aprobado por 194 Estados Miembros en la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2012, tiene como objetivo haber evitado millones de muertes por enfermedades prevenibles mediante vacunación, para finales de 2020.

Estamos a mitad de camino entre garantizar el 100% de la inmunización de la población o de retroceder y seguir lamentando decesos prevenibles. A mitad de camino entre la información y los mitos, que infortunadamente siguen pesando sobre las soluciones que la ciencia ha encontrado a enfermedades que ya no deberían ser tema de preocupación entre las familias.

México tiene la oportunidad de mantener su liderazgo como una nación a la vanguardia en vacunación, y dar un paso adelante en la implementación de estrategias para acercar a la población la información basada en evidencia científica a través de los profesionales de la salud y otros medios de difusión como éste. Porque sabemos que la información sigue siendo nuestra principal vacuna, y al vacunarse, se pueden salvar muchas vidas.

Directora de Investigación, Desarrollo Clínico y Asuntos Médicos de Vacunas en GSK México. Facebook: SaludGSK

 Minnesota's measles outbreak has exceeded the total number of cases reported in the entire United States last year

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