Fue una cumbre de emergencia la reunión en Washington, convocada por el Presidente Barack Obama, con la participación de presidentes y jefes de gobierno de medio centenar de países. El objetivo: abordar un tema que ha estado presente sin que se le haya dado la importancia requerida desde hace años: la posibilidad de que grupos terroristas accedan a materiales nucleares y construyan, ya sea una bomba, ya sean pequeñas armas nucleares que cabrían en un portafolio, valiéndose de ellas en acciones terroristas de devastadoras consecuencias. La sombra de las matanzas de París y de Bruselas planea sobre los convocados.

Se trata de la cuarta reunión dedicada específicamente a la seguridad nuclear, pero es la primera vez que se dedica una sesión a posibles ataques terroristas en ciudades, que tendrían efectos devastadores. Por el tema y el momento puede considerarse una reunión de emergencia tanto por las intenciones de grupos terroristas como por las deficiencias en la seguridad con que se resguardan materiales nucleares.

Es cierto que el tema no es nuevo. El de la seguridad ha estado presente desde que Estados Unidos lanzara las bombas de Hiroshima y Nagazaki. El Tratado de No Proliferación Nuclear, de los años sesenta pretendía evitar la proliferación de armas nucleares y avanzar en el total desarme nuclear. Ninguno de los dos objetivos han sido alcanzados y el panorama es cada vez mas riesgoso. A los cinco países con armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, se agregaron Israel, Pakistán e India, no firmantes del TNP y puede decirse que tolerados por las potencias nucleares iniciales y por el mundo entero. En los últimos años hay uno más: Corea del Norte, que es un país que representa una seria amenaza para Asia y para el mundo, es un desafío inminente que requiere urgente solución. Más países con armas nucleares, menos seguridad.

Con la caída de la Unión Soviética se abrieron más riesgos, porque los países en que se subdividió dejaron armas nucleares en manos de mandatarios sin experiencia lo que ha implicado mayores riesgos. Se debilitaron los sistemas de seguridad nuclear que no han logrado fortalecerse en su totalidad. El fin de la guerra fría fue una oportunidad perdida para avanzar en el desarme nuclear. La proliferación de armas nucleares creció.

No deja de llamar la atención que el Presidente de Rusia, Vladimir Putin haya sido el gran ausente a pesar de ser la segunda potencia nuclear del planeta, lo que refleja graves tensiones. Asistieron a la Cumbre los presidentes de las otras cuatro potencias nucleares miembros del Consejo de Seguridad.

Durante 20 años el artífice de la bomba de Pakistán, el Dr. Khan se dedicó a diseminar tecnología nuclear a quien la comprara. No hay un informe puntual y completo de los países o grupos a los que vendió o entregó tecnología para crear armas nucleares. La base de datos de la Agencia Internacional de Energía Atómica tenía registrados de 1993 a 2005 650 incidentes confirmados de tráfico de material nuclear o radiactivo. En 2004 hubo 100 incidentes, 11 de los cuáles involucraron material nuclear. Es evidente que grupos terroristas buscan allegarse estas armas.

Dos mil toneladas de material nuclear no están bien protegidas, según el Center for Public Integrity, son reservas para fabricar 20,000 bombas de uranio y casi 80,000 de plutonio.

Las palabras del Presidente Barack Obama en la inauguración de la Cumbre, fueron contundentes, “sabemos que Al Qaeda ha buscado materiales nucleares, el ISIS (Estado Islámico) ha usado armas químicas incluido gas mostaza en Siria y en Irak. No hay duda de que si estos locos obtiene una bomba nuclear o material nuclear, con toda certeza lo usarían para matar a tantas personas como fuera posible.” Ese es el tema hoy.

El riesgo de que grupos terroristas puedan usar un arma nuclear es una realidad. Un terrorista con una maleta un poco mas grande que un portafolio podría tener y detonar una bomba sucia nuclear en cualquier gran ciudad. Podrían realizar ataques a instalaciones nucleares, robar material nuclear o incluso una bomba nuclear en instalaciones militares no bien protegidas.

La Cumbre de Seguridad Nuclear en Washington este viernes, fue una reunión de emergencia, por su contenido, por la premura con que se convocó, por la sombra de las acciones terroristas.

* Periodista y analista de temas internacionales

Google News

Noticias según tus intereses