A las pillerías de que se acusa al ex gobernador priísta de Veracruz, Javier Duarte, nada le piden las cometidas por el también ex gobernador priísta, pero de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo. En su contra hay denuncias federales que podrían llevarlo a rendir cuentas ante la justicia, pero también locales, del fuero común, de las que seguramente saldrá indemne, pues para eso se blindó dejando como fiscal General a su incondicional, Arturo Álvarez Escalera, quien estará en el cargo por nueve años; y como auditor superior, a Javier Zetina González, sobrino del ex gobernador Félix González Canto.

Y es que, si algo distingue la relación entre los dos ex mandatarios quintanarroenses no es sólo su militancia tricolor, sino su complicidad en las innumerables transas con que se han enriquecido. Es más, la venta a precios de ganga de terrenos del estado de que se acusa a Borge, inició con sus predecesores Joaquín Hendricks (hasta hace unos días secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI) y Félix González Canto. De éste último se dice que malbarató más hectáreas que las de que se acusa a Borge Angulo, quien continuó un negocio en el que están involucrados familiares, funcionarios de sus gobiernos y empresarios yucatecos de esos que conforman la llamada, y hoy putrefacta, casta divina.

El negocio estaba tan bien planchado por Hendricks y González Canto que Borge, al cumplir su cuarto día como gobernador, vendió mil metros cuadrados de la isla de Cozumel, con un kilómetro de playa, al hotelero yucateco Fernando Eugenio Barbachano, hijo del dueño de los terrenos donde fue encontrada la zona arqueológica de Chichen Itzá. Y para que usted se dé una idea del tamaño del obsequio: cada uno de los diez millones de metros cuadrados de ese codiciado predio, fue vendido en cincuenta centavos.

El negocio, en este caso, consistía en revender a precios de mercado y repartirse la millonaria ganancia de la operación, o bien, desarrollar emporios turísticos generadores de grandes utilidades. Ninguna de esas dos opciones se ha materializado, porque hay un litigio por el terreno, ya que forma parte de una intocable reserva hídrica de la isla; problema que, por lo demás, no le quitó el sueño ni a Borge ni a sus secuaces, pues son muchos más los predios del estado vendidos a precios de ganga.

El 15 de noviembre pasado, la asociación civil “Somos tus ojos, Transparencia por Quintana Roo” que encabeza la abogada Fabiola Cortés Miranda, denunció ante la PGR a Borge Angulo por operaciones con recursos de procedencia ilícita relacionadas con la venta de 44 predios que salieron del patrimonio del estado para ser entregados a particulares. Esa misma denuncia fue presentada ante el ministerio público local el 25 de septiembre, día en que Borge perdió el fuero al concluir su gobierno.

“Somos tus ojos” tiene detalladamente documentadas las operaciones de compra-venta de terrenos de los últimos once años, tras un exhaustivo trabajo en los registros públicos de la propiedad y el comercio de varios municipios para obtener datos sobre beneficiarios, montos de venta y ubicaciones.

Entre los predios vendidos está la paradisiaca “Casona Chinchorro” en Xahuaxol, a 30 kilómetros de Mahuahual, “un lugar de ensueño con playa de ensueño”; al menos 600 hectáreas del municipio de Othón P. Blanco, vendidas a un grupo de empresarios regiomontanos; y un número no precisado de hectáreas en la isla de Cozumel. En los contratos aparece como vendedor el Instituto del Patrimonio Inmobiliario de la Administración Pública de Quintana Roo (IPAE).

Entre los presuntos beneficiarios y prestanombres de Borge Angulo están su mamá, María Rosa Angulo, su abogado César Celso González, el empresario Edgar Manuel Méndez Montoya, Francisco y Juan González (tíos del ex gobernador González Canto) y Omar Angulo (tío de Borge). Aparecen además empresas que se presume han operado también como prestanombres del ex gobernador, entre otras la naviera Impulsora Marítima de QR, conocida comercialmente como Barcos Caribe, así como Caracol 65, una inmobiliaria que se alimentó de predios que eran patrimonio del estado.

Más presionado por los quintanarroenses que convencido de llamar a cuentas a Borge, el actual gobernador Carlos Joaquín dio a conocer datos supuestamente investigados por su fiscalía sobre las operaciones ilegales de Borge, que en realidad son las denuncias presentadas por la asociación “Somos tus ojos”. Nada nuevo, mientras que Joaquín se deja ver en festejos organizados para el ex gobernador Hendricks.

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