Este 2016 los ciudadanos iniciamos un cambio de fondo en nuestras instituciones, de entrada más de 634,143 ciudadanos firmamos para pedir la llamada Ley #3de3 para acabar con las descaradas fortunas de quienes se sirven del servicio público. Sin duda, los ciudadanos sí hicimos la tarea.

En contraste, pensamos que las autoridades nos quedaron a deber en muchos temas y más aún, en relación a la seguridad pública. Por ello, y como deseos navideños, esperamos que para el año entrante logremos las reformas de seguridad que necesitamos.

Los por qué son claros. En la calle hay miles de víctimas que necesitan esas reformas. La delincuencia no cede y la mala preparación de nuestros policías, además del maltrato que reciben dentro de las instituciones nos obliga a urgir a los legisladores a aprobarlas, al Ejecutivo a cambiar su estrategia y a los ciudadanos a exigir resultados.

Si nadie quiere más muertes, más inseguridad, más violencia, más impunidad entonces, ¿por qué el inmovilismo? En 2013 el presidente Peña Nieto reconoció el aumento del secuestro y propició una nueva estrategia para enfrentarlo. Desde hace dos años también reconoció el aumento del homicidio y reaccionó con una estrategia en los 50 municipios con mayor incidencia. Y en la reciente sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública estuvo de acuerdo con el pronunciamiento de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y expertos en seguridad para que las Fuerzas Armadas dejen de cubrir las carencias de las Policías, que se desarollen instrumentos normativos que den certeza jurídica a sus miembros y tranquilidad a los ciudadanos. Quisiéramos pensar que ya definió a un equipo que opere cómo se pueden aprobar las reformas en el corto plazo. Además, las OSC hacemos un llamado para que a la par avancemos en el debate sobre una reforma policial integral. Es urgente señor Presidente.

En estos deseos desde luego también tenemos peticiones a los estados. De acuerdo con el Presidente, les han dado alrededor de 49 mil millones de pesos para invertir en la seguridad, y por lo visto han despilfarrado. Vemos poca inversión, la capacitación es deficiente y desafortunadamente, se siguen dando malas prácticas presupuestales. En Veracruz y Michoacán abiertamente se reconoce que anteriores administraciones rompieron la estructura de mando y desviaron recursos. Nuestro deseo es que las entidades hagan bien su trabajo y destinen los recursos para lo que fue programado y sean transparentes y rindan cuentas.

Además, en este año como en ningún otro, contabilizamos más de una docena de investigaciones contra ex gobernadores. Muchos hicieron el non grato “año de hidalgo” e intentaron blindarse para quedar impunes. Si toda esa ingeniería empleada para robar la hubieran puesto al servicio de la seguridad, otro gallo nos cantaría. Pedimos justicia, en el sentido más extenso, no solo aplicando la ley a los involucrados en corrupción, sino resarciendo el daño a ciudadanos y creando mecanismos de prevención para que no se vuelva a repetir.

Sin embargo, estamos optimistas. Nos queda claro que somos los ciudadanos los que tenemos que empujar esos cambios. Abrimos puentes de diálogo con tomadores de decisión para sensibilizarlos y llevar propuestas que arrojen un verdadero cambio de fondo en seguridad, anticorrupción, procuración de justicia, prevención del delito y derecho a la identidad. La pregunta que nos queda es saber qué temas priorizarán las autoridades y si caminarán al lado de los ciudadanos.

Finalmente, en la noche de Navidad y Año Nuevo es importante que recordemos que mientras miles de familias se reúnen para cenar y refrendar sus lazos fraternos, afuera, en la calle hay policías que nos están cuidando y que también merecen nuestros mejores deseos. Reciban todos un fuerte abrazo.

Presidenta de Causa en Común.
@MaElenaMorera

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses