Mañana sábado 18 de junio deberá estar operando sin pretextos el Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) en las 32 entidades del país. Un cambio en la forma de concebir la impartición de justicia que busca dejar atrás décadas de un esquema que siempre quedó a deber a la población por su lentitud, violación a los derechos humanos y poca eficiencia.

Con el nuevo modelo se pretende que el desempeño de los elementos policiacos se dé en el marco de los derechos humanos, que la investigación del delito tenga fundamentos científicos y que el desarrollo de los juicios sea claro y transparente, basado en la oralidad del proceso.

Nada será diferente en el país porque así lo marque un documento o porque se cumpla una fecha. El NSJP no llega de manera uniforme: en algunos estados está operando desde hace varios meses o años, mientras en otras entidades hay atrasos a unas horas del 18 de junio.

Este viernes EL UNIVERSAL da a conocer el diagnóstico que hacen un ministro de la Corte, un ex procurador de la República y un integrante del Consejo de la Judicatura Federal acerca del modelo judicial que está por entrar en vigor. Los tres señalan los riesgos que pueden incidir en la entrega de malos resultados por parte del NSJP; advierten que una falla en los altos estándares que se requieren en la actuación de policías, peritos, investigadores, Ministerios Públicos, jueces y defensores se traducirá en la liberación de presuntos delincuentes y con ello en impunidad, tema que precisamente es uno de los puntos a abatir.

El cambio, coinciden, no será fácil pues aún no están dadas las condiciones para que el modelo opere sin errores.

Sin embargo, hay estados que llevan varios años operando el nuevo modelo y que han cumplido expectativas. EL UNIVERSAL publicó este jueves el caso de Chihuahua y sus logros: casi la tercera parte de los casos se resolvió en juicios abreviados; las sentencias que se dictan son más breves e incluso hay penas que se purgan en libertad.

En la Ciudad de México el gobierno local anunció ayer que quedó implementado el nuevo sistema y que a partir de ahora la fase es de “seguimiento y evaluación” para cubrir todas las expectativas. Serán justo la constante revisión lo que ayude a alcanzar los resultados proyectados.

La justicia empieza a recorrer una larga ruta que estará llena de obstáculos, los cuales sólo podrán ser superados con capacitación constante para los involucrados en mantener el orden del camino. Sólo se podrá decir que el NSJP habrá cumplido la misión cuando el país llegue a su destino: el Estado de derecho.

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