Toluca, Méx.— Los esfuerzos por rescatar el Sistema Cutzamala no rindieron los resultados esperados porque la sequía fue superior a lo previsto, coincidieron especialistas del Tecnológico de Toluca y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx); su recuperación, afirmaron, es un reto mayúsculo y la apuesta debe ser independizar al Valle de México del suministro.

Hace 41 años de la construcción e inicio de operación del Cutzamala, que abastece a 21 millones de habitantes de 12 alcaldías en la Ciudad de México y 16 municipios mexiquenses, de ahí la urgencia de implementar políticas públicas para independizar su abasto.

Durante los primeros días de 2024 el Sistema Cutzamala alcanzó los niveles más bajos desde su creación. De acuerdo con el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, hasta el 7 de enero el almacenamiento registró 320 millones de metros cúbicos (mm3), es decir, 41% de su capacidad.

Según especialistas como Pedro Ávila Pérez, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, el problema es la sequía, pues alcanzó niveles agudos, difíciles de combatir. Acorde con el Monitor de Sequía, tan sólo en los primeros días de 2024 llegó a 83% de la superficie de la cuenca del río Cutzamala. No obstante, hasta 2023 al menos 72 municipios presentaban problemas, lo que equivale a 57.6% del territorio.

“Fue un año de mucha sequía, aparentemente de 22% a 23% menos lluvias en comparación con años anteriores y ello generó un menor llenado en el sistema, ahora tenemos una crisis que hay que resolver”, señaló.

Ávila Pérez indicó que nada es suficiente ante un año de poca lluvia, asociado al cambio climático, la tala clandestina, menos bosque, entre otros aspectos que provocan la reducción del ciclo natural del agua.

La Conagua reportó que entre enero y el 21 de diciembre de 2023 hubo 20.7% menos lluvias que el promedio histórico; para el mes de enero de 2024, elevó a 100% el déficit en lluvias, condiciones que de acuerdo con Isaías de la Rosa Gómez, profesor investigador en la división de Estudios de Posgrado e Investigación del Instituto Tecnológico de Toluca, es uno de los múltiples factores que ocasionaron la crisis del Cutzamala.

Lee también:

Las acciones: erradicar el huachicoleo y bombardear nubes

La baja en el almacenamiento de los tres embalses que lo componen, Valle de Bravo, El Bosque y Villa Victoria motivó a las autoridades locales y federales a reducir el tandeo, pasando de 12.2 a los 9.2 metros cúbicos por segundo.

Las acciones para recuperar los niveles iniciaron en 2022 por parte de los gobiernos federal, de la Ciudad y del Estado de México. La primera medida que se anunció fue tecnificar 3 mil 300 hectáreas adyacentes a la presa El Bosque, en Michoacán, y recuperar 2 mil litros por segundo que huachicoleaban ejidatarios para sus tierras de cultivo.

De acuerdo con el gobierno mexiquense, entonces encabezado por Alfredo del Mazo, fue la primera ocasión en la historia que los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México invirtieron más de 300 millones de pesos para obras que fortalecerían el funcionamiento del Sistema Cutzamala. Los recursos para este proyecto fueron parte del Fideicomiso 1928 que, normalmente, eran destinados a mejorar la infraestructura hídrica de ambas entidades.

Esta medida permitió aumentar ligeramente los niveles de la presa, logró crecer en sus niveles para después traspasar el recurso hacia Valle de Bravo, el embalse que no lograba recuperar niveles mínimos de llenado durante el año de 2023.

La capacidad de la presa El Bosque es de 202.400 mm3; el año pasado se mantuvo, en promedio, en 60%, pese a que las lluvias no fueron favorecedoras, en 2022 fue de entre 70% y 80%.

Otra de las medidas que se aplicó fue el bombardeo de nubes que encabezó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. El objetivo fue aprovechar la nubosidad proveniente del Pacífico hacia el Centro, que debe tener cierto porcentaje de humedad para permitir con esta tecnología crear la tormenta. Sin embargo, para mayo de 2023, pese a los estímulos de las nubes, la baja continuó.

Pedro Ávila Pérez consideró que el bombardeo no funcionó porque no “es una cosa maravillosa que hará que llueva de la nada”, para que tenga éxito se necesitan nubes que puedan ser bombardeadas con yoduro de plata y acetona, pero no hubo condiciones adecuadas de humedad de lluvias en la cuenca del Cutzamala a lo largo del año, por lo que no fue posible revertir la sequía prevista para 2023.

La sequía afecta a la zona mazahua que depende de la pesca, y al turismo en Valle de Bravo. Foto: Jorge Alvarado
La sequía afecta a la zona mazahua que depende de la pesca, y al turismo en Valle de Bravo. Foto: Jorge Alvarado

¿Qué hacer ante la sequía?

En la zona mazahua, donde los pobladores dependen de la pesca, además del agua de ríos y pozos artesanales aledaños a la presa, los expertos señalaron que los riesgos de quedarse sin agua que escurra de la presa es asestarles un golpe grave, pues no podrían realizar tareas cotidianas como lavar ropa, llevar agua a sus viviendas para el uso diario, por lo que están dispuestos a cerrar las compuertas ante el desabasto inminente.

Mientras que en Valle de Bravo atribuyeron las afectaciones a la aparición de pequeñas lagunas privadas de las que las autoridades tienen datos, pero no son clausuradas; sin embargo, advirtieron que las condiciones actuales de la presa los mantiene en riesgo, porque 80% de los habitantes del Pueblo Mágico y municipios aledaños dependen del turismo que llega a la laguna, ahora seca y poco atractiva.

Isaías de la Rosa Gómez, investigador en materia ambiental del Instituto Tecnológico de Toluca, refirió que la alternativa viable son los sistemas de captación de agua de lluvia, toda vez que el líquido está limpio, por lo tanto su tratamiento es sencillo, barato y ayuda a contar con el recurso necesario para algunas actividades cotidianas.

Agregó que esta alternativa es urgente por parte de los tres órdenes de gobierno, en la industria y también las grandes cadenas comerciales, después en las escuelas y por último en los hogares.

El especialista Pedro Ávila insistió en la necesidad de independizar al Valle de México del Sistema Cutzamala. Reconoció que una de las medidas emergentes es la reducción del suministro y que si bien genera escasez en algunas colonias, es necesaria para tratar de mantener los niveles y garantizar que el suministro sea constante.

“Pero se necesita un programa integral, (...) de modo que a mediano y largo plazos se debe tecnificar el campo buscando mejores estrategias para producir alimentos con el menor consumo (...)”, dijo.

Asimismo, subrayó la necesidad de implementar medidas que reduzcan el cambio climático, pues este es creciente y puede llevar a sequías más severas en las próximas décadas, lo cual agrava el tema de la escasez de agua.

Erradicar la tala clandestina y fugas, pues “se estima que 30% o 40% del agua se pierde en fugas y es un recurso muy valioso que se debe corregir para detectarlas de manera más rápida”.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.


Comentarios