Toluca, Méx.— El Centro de Entrenamiento en Destrezas Clínicas Quirúrgicas del ISSEMyM fue creado junto con el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt) para mejorar las capacidades y habilidades quirúrgicas del personal de salud del instituto y del que está en formación de diversas especialidades médicas.

Permitirá que a través de cinco equipos entrenen cirujanos generales, oncológicos, ginecólogos, urólogos, cardiólogos intervencionistas, neurocirujanos, ortopedistas y endoscopistas de gastroenterología, que podrían mejorar su técnica en beneficio de los pacientes.

Aunque no hay datos precisos, se menciona que usando esta tecnología innovadora que tienen solamente algunos hospitales en el mundo podrían mejorar hasta en 17% su eficacia en el quirófano, lo que significa un beneficio para el paciente y un ahorro de recursos para el sector salud público, expuso Guillermo Victal Vázquez, especialista en ortopedia y gestión de servicios de salud del ISSEMyM.

“Es el futuro de la medicina, porque disminuye tiempo en quirófano, ahorro en insumos y eso es en bien del sector salud público y del paciente”, añadió.

El centro de entrenamiento cuenta con cinco equipos ensamblados y hechos específicamente para el instituto, provenientes de Israel, Suecia y Estados Unidos. Algunos de ellos únicamente se encuentran en instituciones privadas en el país.

Está ubicado en el edificio conocido como la policlínica, junto a la Alameda de Toluca; su principal objetivo es renovar capacidades y mejorar las de quienes van iniciando.

“El centro está creado para el postgrado de Medicina, que es la especialidad, etapa en la que durante el entrenamiento de los cuatro a siete años se tienen que adquirir las habilidades para el quirófano”, comentó el también director de Educación e Investigación en Salud del ISSEMyM.

En el instituto hay cerca de 715 residentes en más de 20 especialidades y 400 médicos especialistas, quienes gradualmente tomarán las horas de simulación.

Otro objetivo es que en unos años, cuando el centro esté en pleno funcionamiento, se hará investigación en la salud.

“Saber cómo benefició, si disminuyó el uso de insumos, el tiempo de cirugía y si esto arroja buenos resultados; por ejemplo, demuestra que disminuyó 15% todo esto, cualquier inversión valió la pena, porque atendemos miles de pacientes diarios, al reducirlo, brindamos más seguridad a los pacientes, eso será un impacto importante”, subrayó.

Robots que permiten operaciones a distancia

Los equipos adquiridos con 25 millones de pesos tienen un tiempo de vida promedio de 10 años, todos con la capacidad de actualizarse.

De acuerdo con Guillermo Victal Vázquez, en Latinoamérica no hay un área similar por el costo que implica, por tanto, piensan potencializar el centro para que sea una referencia en simulación en el que gente de toda esa región acuda a capacitarse.

Entre los equipos se encuentran el Geomentor, donde se practican procedimientos para arreglar problemas vasculares, cardiacos o neurológicos; por ejemplo, un infarto del miocardio. Puede mostrar tumores o aneurismas en arterias.

El Da Vinci permite adquirir habilidades para hacer cirugía a distancia a través del robot, una especie de “pulpo” hasta con cuatro brazos, en donde el médico se sienta enfrente y a través de sensores que se colocan en los dedos opera al paciente.

También se encuentra equipo de cirugía laparoscópica de abdomen o pelvis; un simulador de rodilla, cadera y de hombro, partes del cuerpo donde se realizan cirugías de mínima invasión para operar tendones, ligamentos, meniscos y equipo de endoscopia.

Aprendizaje

Luego de pasar la rampa, lo primero que verán los médicos es el aula, una sala en donde se iniciará el trabajo teórico de quienes acudan para el uso de los simuladores, aprenderán sobre el manejo de los equipos y cómo están estructurados.

“(...) Está habilitado para que un promedio de 10 a 20 personas puedan capacitarse por día, durante una hora. Los grupos son pequeños, no pasan de cinco personas por simulador y la expectativa es capacitar hasta 400 médicos en un año”, comentó el funcionario.

En conjunto con la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) se crean los programas académicos de cada simulador para que los profesores sean capacitados; lo recomendable es que el primer año se cumplan 20 horas de capacitación por simulador.

“Esto es algo como los pilotos de avión, que van a un simulador y enfrentan horas vuelo, hasta que cumplen los estándares los dejan pilotar una aeronave. Aquí se trata de especialistas con un tramo recorrido quienes vendrán a afinar sus capacidades, a mejorar sus competencias para que perfeccionen sus habilidades y tengan una evaluación de las mismas, para que se enseñen aquí y después en el paciente real”, concluyó el especialista del ISSEMyM.

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