Chimalhuacán, Méx. — Antes del mediodía, a la casa de la señora Juana, quien vive en la punta del cerro de Las Palomas, empezó a caer el agua luego de que se quedaron sin el servicio más de seis mil habitantes de la parte alta de Chimalhuacán por la caída de un tanque elevado, ocurrido el 25 de noviembre, que provocó lesiones en nueve personas y daños en ocho viviendas.

“Hasta ahorita empezó a caer desde que se rompió el tanque, porque antes no nos caía nada”, le dijo la vecina a uno de los trabajadores del Organismo Descentralizado de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (ODAPAS) de Chimalhuacán, quien fue a su casa para verificar si ya contaban con el servicio en esa comunidad.

Los trabajadores del organismo local de agua conectaron la tubería del pozo 17 de Marzo a la del tanque elevado Adolfo López Mateos, de manera emergente para que las personas que habitan en las colonias que resultaron afectadas por el percance cuenten con servicio de líquido en su hogar.

Rápido se esparció la noticia de que el agua ya salía de las llaves de la zona. “Me acaban de avisar que ya está saliendo, voy a aprovechar para lavar toda la ropa que se juntó en más de una semana, porque no tuvimos agua desde que se cayó el tanque”, contó doña María, otra de las habitantes que vive a 100 metros de distancia de donde estaba la estructura hídrica.

Los vecinos estaban molestos con las autoridades locales porque les prometieron que les enviarían pipas para que les distribuyeran agua de manera gratuita, pero no fue así.

“No han venido las pipas, eso nos dijeron, pero no las mandaron o no llegaron hasta acá con nosotros, que somos los que estamos hasta la parte más alta del cerro. Yo tuve que pedir agua a algunos vecinos que tienen cisterna y que tenían guardada, y esa la tuve que dosificar para que me rindiera más”, narró Cristina, otra de las residentes.

El tanque elevado aún no es retirado de la zona donde se vino abajo. La estructura se encuentra en la cima del cerro y tal como quedó desde la noche del sábado 25 de noviembre no ha sido movido por las investigaciones que lleva a cabo la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para determinar las causas del siniestro.

En la visita que efectuó la alcaldesa morenista, Xóchitl Flores Jiménez, el domingo 26 de noviembre, afirmó que los responsables son el exalcalde priista, Jesús Tolentino Román Bojórquez, y el exdirector del ODAPAS, Enrique Garduño.

La edil acusó que la obra costó 18.5 millones de pesos en 2018, pero los recursos invertidos no corresponden a la calidad del material que se utilizó para su construcción.

La organización priista Movimiento Antorchista, a la que pertenece el expresidente municipal respondió rápido a la actual alcaldesa, a quien responsabilizó del accidente porque no le dio el mantenimiento adecuado a la obra hidráulica.

En las tres viviendas dañadas que se encuentran a unos metros de donde está el tanque elevado aún se observa parte de las pertenencias de las familias que ahí vivían. Los techos y muros cayeron por la fuerza del agua y lo que arrastró a su paso.

Las familias quieren que el tanque elevado, cuando sea rehabilitado, ya no esté en el mismo lugar, sino más arriba, porque tienen miedo de que vuelva a ocurrir otra desgracia.

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