Viajar en avión puede ser un sueño o una pesadilla. Una de las normas más estrictas y menos entendidas es la regla 311 creada por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).
Si no sabes de qué se trata, en Destinos te la explicamos a detalle.
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En 2006, la TSA implementó la regla 311 para reducir los riesgos de volar con sustancias líquidas que se consideran peligrosas.
Aplicarla no es difícil, aunque el problema es que muchos pasajeros siguen sin saber cómo funciona.
Esto es lo que quiere decir:
Tu perfume,champú, bloqueador, pasta de dientes, gel, cremas, desodorantes, etc deben cumplir con esta regla en el equipaje de mano y también aplica para alimentos, como sopas, jugos, yogures, leche para bebé...
Si llevas más de lo permitido o no transportas los líquidos como se indica, en los filtros de seguridad pueden abrir tu maleta, revisarla y hasta tirar los productos al bote de basura.
Además, representa una pérdida de tiempo, algo que en definitiva no quieres si ya vas tarde a tu vuelo. Así que mejor recuerda la regla 311 al empacar tus objetos en el carry on.
Te compartimos unos tips para no batallar con tus líquidos y envases, siguiendo la regla:
No todo está perdido. La TSA contempla una serie de casos en los que la regla 311 no aplica al llevar líquidos:
Así que ya sabes: antes de cerrar la maleta, empaca bien tus botellitas y prepárate para volar sin contratiempos.
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