El martes 4 de junio se anunció que el Museo Nacional de Antropología (MNA) de Ciudad de México fue el ganador del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, otorgado por la Fundación Princesa de Asturias, con sede en Oviedo, España.
El MNA se adjudicó este reconocimiento por tratarse de un "espacio de reflexión sobre la herencia indígena de la nación mexicana, uno de los museos más importantes de Latinoamérica y un referente global en el estudio de la humanidad, debido a su compromiso con la divulgación, la investigación y la preservación del patrimonio cultural".
Este galardón, creado en 1981 como Premio Príncipe de Asturias, es uno de los más prestigiosos a nivel global y se entrega anualmente en 8 categorías que destacan “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”, de acuerdo con información de la fundación.

El Museo Nacional de Antropología es el espacio museístico más importante de nuestro país, en el que se investigan, conservan y exhiben las colecciones arqueológicas y etnográficas de los pueblos indígenas del México prehispánico y contemporáneo.
Además de poseer un gran acervo arqueológico, también es una joya arquitectónica.
El Museo Nacional de Antropología es todo un gigante. Es el museo de mayores dimensiones en México con más de 45 mil metros cuadrados, un poco menos del terreno que abarca el Zócalo capitalino.
Resulta impresionante saber que 30 mil metros cuadrados están destinados exclusivamente a las exposiciones.
El Museo Nacional de Antropología es el museo que recibe más visitantes en México.
En 2024 asistieron 3 millones 781 mil 523 personas, un récord histórico que superó la marca de 2019 de 3 millones 86 mil 555 visitantes.
Para darnos una idea: esta cifra es mayor que la población de ciudades como Madrid, Roma o las zonas metropolitanas de Puebla y Tijuana.
El Museo Nacional de Antropología se construyó en tan solo 19 meses —desde febrero de 1963 a septiembre de 1964— y es obra del reconocido arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez.
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Su diseño es rectangular, con una gran plaza de acceso y fachada en mármol blanco. Tiene un patio central inspirado en el Cuadrángulo de las Monjas de Uxmal con un estanque (símbolo del origen lacustre de Ciudad de México) y un caracol de bronce esculpido por el artista Iker Larrauri.
El edificio principal rodea el patio y se divide en dos niveles en los que se distribuyen las salas de exposición.
El piso superior está decorado con una celosía que recrea una serpiente geometrizada, obra del gran escultor Manuel Felguérez.
El elemento arquitectónico más llamativo del Museo Nacional de Antropología es la fuente monumental ‘El Paraguas’, de 17 metros de altura, con una enorme cubierta colgante de 82 metros de largo y 54 metros de ancho.
Su columna central está revestida en bronce, ornamentada con un relieve escultórico nombrado ‘Imagen de México’, creado por los hermanos José y Tomás Chávez Morado.
Cada una de sus cuatro caras representa un punto cardinal y presentan tallados de estilo prehispánico y moderno:
El Museo Nacional de Antropología se divide en 22 salas, en las que se exhiben unas 7,761 piezas arqueológicas, además de 5,765 objetos en la sección etnográfica, de acuerdo con información del MNA.
Sin embargo, el comunicado compartido por la Fundación Princesa de Asturias, indica que la colección completa del museo rebasa las 250 mil piezas.
Cada uno de los más de 13 mil objetos en exposición son únicos e invaluables, aunque hay algunos que destacan por su tamaño, simbolismo, importancia y elaboración. Por ejemplo:
Hay algunas réplicas, como las del ‘penacho’ de Moctezuma, de la Fachada Norte del Palacio Norte de Sayil, del templo de Hochob, de la tumba de Pakal, de la Pirámide de la Serpiente Emplumada y el Mural de Tlalocan en Teotihuacán.
Además del gran acervo etnográfico y arqueológico, el Museo Nacional de Antropología también posee murales de artistas mexicanos como Rufino Tamayo, Raúl Anguiano, Pablo O’Higgins, Rafael Coronel, Jorge González Camarena, el alemán Mathias Goeritz, la británica Leonora Carrington y otros más.
Entre los más llamativos están:
En la madrugada del 25 de diciembre de 1985, el Museo Nacional de Antropología fue robado por un par de estudiantes, quienes escaparon con un botín de 140 piezas, entre las que estaban el ajuar funerario de Pakal, la vasija del mono de obsidiana, la máscara del dios Murciélago y el pectoral de Yanhuitlán.
Los artículos sustraídos en el llamado ‘robo del siglo en México’ se valuaron en unos 15 mil millones de pesos de aquella época y el Gobierno de México ofreció una recompensa de 50 millones de pesos para quien otorgara pistas valiosas para encontrarlos.
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Al ser piezas de alto valor, venderlas fue muy complicado. Tras una larga investigación policial, se recuperaron en su totalidad el 12 de junio de 1989.
La gastronomía también es historia y cultura. En el Museo Nacional de Antropología lo saben y es que el complejo cuenta con su propio restaurante Sala Gastronómica.
Su menú es un recorrido culinario que fusiona la cocina ancestral y la contemporánea, a través de recetas tradicionales de seis estados del país.
Conoce la Sala de Café, en la que utilizan granos de Veracruz, Chiapas y Oaxaca.
Más vale que vayas con calzado muy cómodo, porque se calcula que, para conocer todas sus salas, hay que recorrer aproximadamente 5.5 kilómetros.
Según el cálculo de Google Maps, este kilometraje es el mismo si se hiciera una caminata desde el Zócalo hasta el Altar a la Patria, en el Bosque de Chapultepec.
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