Una de nuestras mayores frustraciones es levantarnos por la mañana y ver que tenemos bolsas debajo de los ojos. Y es que le dan a nuestro rostro un aspecto cansado y poco estético.
Este padecimiento tiene diversas causas, muchas de ellas relacionadas con el estilo de vida que llevamos. No tener una dieta balanceada, desvelarnos y dormir pocas horas empeoran el problema.
Cambiar estos hábitos requiere tiempo y muchas veces buscamos alternativas inmediatas. Hoy en De Última te compartimos algunos remedios caseros para que puedas deshacerte de las molestas ”bolsitas“.

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"Las bolsas debajo de los ojos aparecen cuando las estructuras del tejido y los músculos que sostienen los párpados se debilitan", explica Mayo Clinic. En consecuencia, notamos menos firmeza e inflamación en el contorno.
A menudo, las "bolsitas" van acompañadas de círculos oscuros y aunque su aspecto puede hacernos sentir menos bellas, lo cierto es que no son dañinas ni requieren de atención médica.
Recuerda que la genética y ciertas enfermedades -como la dermatitis u oftalmopatía tiroidea- también intervienen en su aparición. Te recomendamos tener paciencia para eliminarlas con cualquiera de estos trucos:
Mojar un trapo con agua fría y colocarlo debajo los ojos ayudará a que los vasos sanguíneos se contraigan y disminuya la hinchazón. Para mejores resultados, presiona la compresa por unos minutos y repite el proceso por las noches.
El té verde contiene antioxidantes que incrementan el flujo de la sangre en la piel y previenen que las "bolsitas" adquieran un pigmento morado o café.
Toma dos bolsas de té verde (que hayas preparado) y llévalas al refrigerador por 20 minutos. Luego, exprímelas para retirar el exceso de líquido y ponlas debajo de tus ojos por media hora.
Mantenernos hidratados nos permite evitar problemas estéticos. Cuando no consumimos agua, nuestra piel adquiere una apariencia "cansada" y pierde su luminosidad natural.
Según Mayo Clinic, es necesario tomar dos litros de agua al día y complementar con una dieta rica en frutas y verduras. La calidad de alimentación que llevamos se refleja en nuestro cutis.
Recuerda que una dieta deficiente de vitaminas y minerales desencadena brotes de acné, espinillas, descamación en la piel, manchas y afecta la barrera natural de protección contra bacterias.
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