Cuando vemos celebridades como Jennifer López, Heidi Klum, Halle Berry o Sofía Vergara caminar en las alfombras rojas, ser fotografiadas en la playa o mientras caminan por la ciudad en ropa casual, nos cuesta creer sus edades, pues siguen luciendo jóvenes y radiantes. Por supuesto, para muchos la respuesta es simple: están en forma y sus rostros están cuidados por meticulosas rutinas de belleza ; pero hay un detalle clave en esta apariencia envidiable que tiende a pasar inadvertido: la firmeza del cuello y el escote.
La piel de estas áreas suele delatar el paso de los años con mayor facilidad que otras zonas del cuerpo al no tener la misma elasticidad que el resto de la dermis y pierde hidratación con mucha rapidez en el día a día, lo cual produce una apariencia flácida y reseca. Además por tratarse de un tejido tan sensible, es frecuente la aparición de manchas causadas por la exposición solar.
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Un área olvidada
De acuerdo al portal Statista la principal categoría dentro de la industria cosmética a nivel mundial son los productos para el cuidado de la piel y de estos la mayor parte se concentra en el área del rostro.
No obstante, aunque aplicamos regularmente tónicos, sueros, cremas hidratantes y antiedad, bloqueadores solares, entre otros productos, resulta muy frecuente obviar el cuello y el escote dentro del cuidado diario, dejando esta zona desprotegida ante los factores externos que tanto daño pueden ocasionar a la apariencia y salud de la piel .
Si este es tu caso, no te preocupes, porque te vamos a explicar el paso a paso de una rutina dermocosmética óptima para lograr una apariencia saludable y atractiva.
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1. Protección ante el sol
No es un secreto para nadie que el principal factor de envejecimiento cutáneo es la radiación solar y es por ello que todos los especialistas coinciden en la importancia de aplicar protección solar todos los días sin importar el clima o la estación del año, estemos en espacios exteriores o interiores. El uso del bloqueador en la piel de cuello y escote de manera generosa es un deber si se quiere prevenir la aparición de manchas y la acentuación de signos de la edad .
2. Una piel firme
La delgadez del tejido del cuello ocasiona flacidez y descolgamiento de un modo más evidente que en rostro, lo cual causa este efecto disparejo entre un cutis terso y un cuello flojo. Por este motivo es prioritario aplicar cremas ricas en ingredientes nutritivos, reafirmantes y antioxidantes, para mantener –o devolver– la vitalidad a esta área. Elige productos con colágeno y elastina, vitaminas y cafeína, pues darán resultados notorios.
3. Menos líneas de expresión
Dentro de los productos de uso tópico hay uno que, sin duda, debes incluir para conseguir un cuello fabuloso: el retinol. Este componente es el arma secreta contra las líneas de expresión, especialmente para aquellas mayores de 40. Si nunca lo has usado, inicia con concentraciones bajas y no lo apliques diariamente, para evitar irritación en la piel .
4. Hidratación profunda
Por su fragilidad, el tejido del cuello es un área muy especial y por lo tanto necesita cuidados intensivos y constantes, sobre todo si ha permanecido olvidado hasta ahora. Aplica crema hidratante en la mañana y la noche para evitar sequedad excesiva. Por supuesto, no olvides consumir suficiente agua durante el día, pues toda tu piel lo agradecerá.
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5. Disminución de la papada
No solo la flacidez y la resequedad son problemas de la zona del cuello y el escote , también la aparición de la molesta papada puede ser un motivo de quejas. El ejercicio y la pérdida de peso en ciertas personas puede marcar un gran cambio, pero también hay alternativas a través de aparatología, tratamientos como lipoláser. En este caso, es muy importante acudir con un especialista para que recomiende el abordaje ideal para cada caso.
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6. Buscar el efecto tensor
Hoy en día encontramos numerosos productos en el mercado que promueven un “efecto tensor” que es realmente codiciado en zonas clave como el contorno de ojos, frente…y el cuello , naturalmente. Aquellos con activadores de la síntesis de colágeno, centella asiática o algunos péptidos pueden ser muy eficaces para esto y pueden darle nuestra piel una ayuda extra para esos momentos en que queremos lograr una apariencia tersa.
7. El beneficio de la radiofrecuencia
Esta técnica de medicina estética es ampliamente usada en la actualidad por su efectividad en el tratamiento de la flacidez leve o moderada de los tejidos faciales. Aplicada en el cuello ayuda a reafirmar y alisar la piel, gracias a su función estimulante en la producción de colágeno y elastina. El número de sesiones a aplicar debe ser determinado por un especialista.
8. Masajes con doble impacto
Los masajes son una excelente alternativa cuando se quiere reafirmar la piel y aportarle luminosidad, pero también por el efecto relajante que produce, pues es sabido en la zona del cuello y hombro suelen acumularse mucho estrés en el día a día.
Al masajear la zona busca siempre un movimiento ascendente, nunca descendentes, firmes, pero no excesivamente fuertes, pues la piel de la zona es delgada. Puedes ayudarte de herramientas especiales para masajear e incluso aplicar aceites esenciales.
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9. Cuello tonificado
Sí, así como ejercitas el cuerpo, el cuello también puede beneficiarse de la actividad física. ¿Cómo? Algunos ejercicios tonifican músculos involucrados en la tonicidad del pecho, hombros y cuello . ¿Qué puedes hacer? Expertos recomiendan la flexión sobre la pared, en la que apoyas las palmas de las manos en la pared a la altura de los hombros, flexionas los codos y acercas el cuerpo a la pared manteniendo unos segundos la postura. También son eficaces las rutinas de elongación y acercamiento entre el pecho y el mentón. El yoga y el Pilates pueden ser muy beneficiosos para este fin.
10. Necesidades particulares
Tal como ocurre con el cabello, la piel del cuerpo o del rostro, no todos tenemos las mismas necesidades de cuidados. Por eso es fundamental detectar aquello que quieres abordar: líneas de expresión, falta de firmeza, manchas, resequedad, ya que esto nos ayudará a elegir los productos y tratamientos adecuados para cada objetivo de cuidado.
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