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En el Centro de Investigación y Docencia Económicas ( CIDE ) se impartirán materias para “concientizar” a los estudiantes de ese Centro Público de Investigación y serán contratados profesores que hayan estudiado en universidades nacionales, porque actualmente la mayoría de los académicos que ahí laboran estudiaron en escuelas extranjeras, anunció José Antonio Romero Tellaeche, director del CIDE designado por María Elena Álvarez-Buylla , directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ( Conacyt ).
“En el CIDE, para crear una nueva división (de estudios) debes de contar con la aprobación del Consejo Académico, que está formado por la comunidad, y he recibido muy buen apoyo de que se forme una nueva división en temas de desarrollo, que incluya no sólo economía, sino política, historia, todo. Casi todos los que están en el CIDE son egresados de escuelas extranjeras . Una cosa buena del CIDE es que siempre han tratado de darles oportunidad a los estudiantes de bajos recursos, ahora quiero hacer lo mismo pero con los profesores, que mayoritariamente vengan de universidades nacionales, que el talento formado en México pueda convivir con el talento formado (en el extranjero), que haya una sinergia”, dijo Romero, durante una entrevista que concedió a John Ackerman .
En el programa Diálogos por la democracia, que se realiza como parte del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) y se trasmitió este domingo por TVUNAM , el maestro en Economía por la Universidad de Northwestern y doctor en Economía por la Universidad de Texas indicó que “hay una correlación entre el color de la piel y donde estudiaron. Los nuevos profesores son más como somos la mayoría de los mexicanos y eso va a enriquecer a toda la institución y nos hará genéticamente más diverso. Los profesores más conservadores (del CIDE), de estratos más privilegiados, lo ven con muy buenos ojos”.
La crisis en el CIDE inició desde agosto de 2021, cuando renunció a la dirección Sergio López Ayllón, doctor en derecho por la UNAM, y José Antonio Romero Tellaeche fue designado por el Conacyt como director interino, cargo en el que sobresalió por haber destituido a Catherine Andrews y Alejandro Madrazo Lajous de sus cargos administrativos, lo que llevó a los estudiantes a realizar una protesta el 19 de noviembre, aun así, 10 días después, Álvarez-Buylla dijo que había tomado la decisión de designarlo como director del CIDE y la comunidad estudiantil decidió tomar las instalaciones.
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Debido a la toma de las instalaciones, Álvarez-Buylla declaró estar abierta al diálogo, aunque ha ignorado el llamado de estudiantes y académicos en más de cinco ocasiones. Sin embargo, 48 días después y debido al aumento de contagios de Covid-19, los alumnos del CIDE anunciaron que abandonaría las instalaciones el sábado 15 de enero, aunque advirtieron que buscarían otras formas de protestas, sobre todo porque la directora del Conacyt orquestó un proceso para modificar el Estatuto General del CIDE sin haber tomado en cuenta al Consejo Académico como lo establece su normativa, algo que pudo consumar el 24 de enero.
A la par, la comunidad del CIDE también emprendió acciones judiciales, pues han señalado que todo el procedimiento para el nombramiento de Romero Tellaeche se realizó de forma irregular y en suma por ese y otros procedimientos, la comunidad cideíta ha interpuesto más de 15 amparos.
Sin embargo, en la entrevista con Ackerman, Romero Tellaeche negó que hubiera crisis en el Centro de Investigación: “Mucho del conflicto fue por falta de información y malos entendidos. Hay exabruptos de vez en cuando, pero en el CIDE estamos siguiendo nuestro camino. Tenemos unos problemas de unos recursos que hay que liberar de un fideicomiso que desapareció. A nadie se le ha perseguido por lo que piensa. Después de todo este alboroto que se dio finalmente comenzó el diálogo. Ha habido diálogo con todos los directores de las divisiones, se les garantizó su libertad de actuación, de pensar, de publicación y de contratación de sus investigadores”.
Indicó que tras publicarse la convocatoria para el nuevo director del CIDE nadie se quiso postular: “Era yo el único candidato y al final hubo otro candidato (Vidal Llerenas). La gente se inconformó, metieron muchos amparos, pero ninguno procedió. Todo estuvo conforme al manual, se respetó todo. La legitimidad de mi jefa viene de la legitimidad del Presidente que consiguió no sé cuántos votos y mi legitimidad derivada es que me designó con ese poder la directora de Conacyt”.
Aunque señaló que ha habido diálogo con los investigadores del CIDE, Romero los acusó de individualistas, pues en administraciones pasadas se eliminaron materias: “Se quiso convertir al CIDE en universidad, los investigadores se dedicaron a enriquecer su propio curriculum, es decir, publicar en revistas para que el Sistema Nacional de Investigadores les pague más y para darles la libertad de que si un día ya no están contentos en esa institución, tengan la facilidad de irse a otra, pero ya no hay ese compromiso ni con el gobierno ni con temas nacionales, Se empezó a tomar la agenda que imponen las revistas donde ellos quieren publicar”.
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A lo que Ackerman respondió: “Un proyecto individualista, de competencia. Es la lógica académica de los Estados Unidos, como si fueran jugadores de beisbol” y Romero complementó: “Ese es un tema que desgraciadamente predomina en todas las universidades del país y no hay ese espíritu de servicio”.
Con respecto al movimiento estudiantil, Romero Tellaeche indicó éste ya terminó y en la parte final sólo estuvieron alrededor de 20-25 personas, aunque al principio sí hubo “una idea más de grupo y más apoyo” y aseveró que a los alumnos “se les ofrecieron muchísimas cosas”, como becas, y se pudieron “negociar muchísimas más cosas, pero al final, pareció que no eran realmente demandas de los estudiantes, porque todo lo que les ofrecimos no se aprovechó y terminó el movimiento sin que hubiera sido cristalizado algo más”.
Después de insinuar que las diferentes protestas estudiantiles como el cierre de la carretera México-Toluca, o las marchas afuera del Senado de la República, sobre Paseo de la Reforma e Insurgentes, habían sido hechas sólo por minorías, dio a conocer sus intenciones de querer inducirlos a otra forma de pensar.
“Mi idea es tratarlos de convencer de que no se cierren a una sola visión, que no abandonen la visión que tienen pero que den oportunidad de ver otras cosas, que luego comparen, que no tengan miedo escuchar otras versiones del mundo. A veces se les enseña una sola visión del mundo y piensan que esa es la verdadera y que cualquier otra cosa que diga lo contrario es falsa. Las materias que vamos a darles para concientizarlos van a ser optativas, no van a ser obligatorias” dijo Romero Tellaeche y profundizó que algunas materias serían como historia económica o historia de países.
También adelantó que hay una iniciativa para unir a los Centros Públicos de Investigación, con grupos empresariales y grupos del gobierno, para echar a andar un “proyecto de crecimiento que le hace falta a México".