, director General de , reconoce que este 2023 hay una gran recuperación de la industria editorial mexicana, aunque también es verdad que hay algunas editoriales y librerías, para quienes la situación aún es complicada; sin embargo, como industria, las cosas marchan muy bien.

 “El 2020 fue un año durísimo, el 2021 fue casi tan duro como el 20, pero el año pasado la industria ya empezó a dar señales de recuperación clarísima y este año está siendo mejor que el año pasado, en términos de producción editorial de libros en el mercado y de ventas, por lo que sé de los análisis de mercado que tenemos”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el director de uno de los más importantes grupos editoriales, señala que se está vendiendo un poquito más de libros que en el 2019, aunque acepta que no ha sido una recuperación pareja, como suele ocurrir en estos casos, agrega que es verdad los hay que se quedan y esto ha pasado tanto con editoriales como con librerías y distribuidores, pero en términos generales los que lograron sobrevivir a la pandemia, están teniendo un mejor año. Es claramente nuestra situación, pero también la situación del mercado.

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“Hubo un crecimiento muy grande, por ejemplo, en términos de valor en librerías respecto al año pasado, el mercado tiene un crecimiento del 10% en las ventas de libros; y el año pasado esa recuperación fue mayor. La verdad es que la industria ya salió en términos generales de los momentos más oscuros, y salió bastante fortalecida, pero en diferentes sectores es complicado, por ejemplo, en el sector de los libros de texto es complicado por todas las razones que conocemos”, afirma Banchik.

En dicho contexto, afirma, antes había una compra bastante intensa y positiva por parte del gobierno a las editoriales privadas para distribuir en bibliotecas de aula y bibliotecas escolares, eso ya no está y eso no ha favorecido a la industria, ni creo yo a las escuelas y a los niños; hoy, hay cadenas que están abriendo librerías y más puntos de venta, hubo un crecimiento del comercio electrónico de libros, “la verdad es que es una buena noticia. Lo peor ya pasó”.

Roberto Banchick celebra la recuperación de la industria y promueve con orgullo la responsabilidad que como empresa sobre el impacto que tiene su actividad en el medio ambiente y de sostenibilidad como sociedad, donde han emprendido acciones como quitar el emplayado y retractilado a sus libros, adquiriendo papel sólo de bosques sustentables, comprando bonos verdes, reduciendo el consumo de energía eléctrica en sus instalaciones, e incluso sumándose como empresa responsable a campañas como Reforestemos México, entre otras tareas.

“Llevamos un tiempo pensando en esto y en qué tenemos que hacer como empresa, y en realidad, como industria editorial, para reducir nuestra marca de carbono, le llaman ahora nuestra huella de carbono, que es que nosotros tenemos que dejar de contaminar o si uno no puede del todo dejar de contaminar, entonces, qué acciones podemos tomar para mitigar un poco el impacto”, afirma Banchick, quien dice que esta tarea aún no suele ocurrir todavía ni como país ni como sociedad,

“No terminamos realmente de asumir las consecuencias para el planeta y para el clima y para nuestras vidas cotidianas de lo que hacemos, y el gobierno menos, esa parte por desgracia es bien complicada. Sin embargo, estamos tomando acciones. Ya van a ser tres años, en plena pandemia, que una de las primeras cosas que hicimos fue quitarle el plástico a los libros, quitamos emplaye, quitamos el retractilado, tratamos de que esto fuera una acción gremial que todos los editores lo hiciéramos, unos lo hicieron otros no, pero fue algo que nosotros claramente quisimos hacer, como una primera acción para reducir la contaminación que producimos”, dice.

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La más reciente acción, hace dos semanas, fue acudir con autores, colaboradores y personalidades públicas, fue acudir a reforestar una hectárea en las faldas del Nevado de Toluca, “producimos libros en papel, están los libros electrónicos, está el audiolibro, que contaminan de otra manera, que es un impacto diferente, pero el papel pues sí es un elemento básico de nuestros libros y más del 90% de los libros que se consumen en México y de nuestro propio caso son en papel”.

Y es que el papel que usan para sus libros desde hace varios años se hacen en papel que viene de bosques sustentables que traen de otras partes del mundo donde sí tienen bosques 100% sustentables, “además estamos trabajando en una certificación que se llama FSC, que es una certificación en la cadena de custodia del papel para, a lo largo de todo el proceso de fabricación, transporte y consumo del papel garantizar que sea lo menos contaminante posible y esa es una certificación internacional; llevamos un rato haciendo todo lo que se requiera desde papeleos a cambio de procesos para que pues nuestros libros tengan esta certificación que garantiza que reduce nuestra marca de carbón”.

Banchick asegura que es complicado tratar de tener mayor impacto en México, porque comparado con otros países, por ejemplo, en cuestión de consumo de energías limpias. “Una de las cosas que las que deberíamos estar preocupadísimos como gobierno y como sociedad es cómo podemos producir la energía más limpia posible; o por lo menos darle la opción a la gente de consumir el tipo de energía que quiera, esto en México suena raro, pero en otras partes del mundo es algo que ocurre; de hecho, por ejemplo, la matriz energética de México es la más contaminante de toda América Latina y no tenemos opción para escoger la energía que usamos y hay muchas industrias que estarían más dispuestas a pagar un sobrecoso en el uso de la energía si fuera eólica o solar y no a la que de CFE”, concluye, director de Penguin.

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