El 12 y el 13 de noviembre, a las 20:00 horas y al mediodía respectivamente, se estrenará en México el concierto para violín y orquesta, “Aurora”, de Jimmy López , con la Orquesta Filarmónica de la UNAM ( OFUNAM ), el director huésped Sylvain Gasançon (Primer Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta en México y Segundo Premio del Concurso Internacional Jorma Panula en Finlandia) y la violinista española Leticia Moreno, quien ha ganado concursos y premios como el Szeryng, Concertino Praga, Novosibirsk y Estrella Ascendente Echo, entre otros.
En el programa también está la “Sinfonía núm. 2 en re mayor, Op. 73”, de Johannes Brahms.
“Aurora” está dedicada a Moreno y fue grabada durante el concierto de estreno que se llevó a cabo con la Sinfónica de Houston y el director colombiano Andrés Orozco-Estrada; el álbum está nominado al Grammy Latino 2022 .
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“Tanto Jimmy como yo queríamos trabajar juntos desde tiempo atrás. Él tenía un gran deseo de escribir una obra para mí y yo tenía un gran deseo de pedirle que escribiera una obra para mí. Algo que nunca verbalicé porque pensé que debía suceder de forma natural”, señaló, en entrevista, Moreno.
Fue, durante la primera o segunda semana de septiembre de 2016 —continuó—, cuando el deseo se volvió muy persistente para ella.
“Llegué a escribirle para concertar una cita y él simultáneamente estaba pensando en lo mismo, que él quería escribir algo para mí, pero tampoco me lo había dicho. Simplemente habíamos quedado en llamarnos para un par de semanas”.
Días más tarde, Moreno fue contactada por Andrés Orozco-Estrada, uno de los directores con los que más colaboración ha hecho la violinista. “Me preguntó si estaría dispuesta a ser parte de un estreno. Él le había encargado a Jimmy López un concierto para mí. Le dije: te adelantaste a mis sueños”.
Mientras que el compositor, antes de sugerirle la colaboración a la propia violinista, le preguntó a Orozco-Estrada quién era el artista que tenía en mente. Me gustaría que la estrenara tu compatriota Leticia Moreno, le dijo, y López respondió: “Andrés te has adelantado a mi sueño”.
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La colaboración, afirmó la violinista, era algo que tenía que suceder. “No puedo ser más feliz de que haya sido con dos artistas con los que tengo una conexión tan fuerte”.
Para crear “Aurora”, el compositor se trasladó a España para trabajar junto a Moreno y le explicó que la pieza consistía en “pintar” auroras boreales, auroras australes, auroras ecuatoriales.
“Yo tengo que convertirme, actuar y ser: a veces soy la aurora propiamente; a veces, una espectadora que hace comentarios. A veces también me convierto en el fenómeno atmosférico y en otras ocasiones soy parte del ambiente donde sucede dicho fenómeno atmosférico. Eso es lo que se intenta y lo que también se busca que alcance los músicos de la orquesta”.
El lenguaje, el colorido, las sonoridades que se exploran en “Aurora” son únicos. Ejemplo de esto es la colocación de varios violines entre el público, “justo para que los espectadores se sientan arropados por la aurora y ésta sea una experiencia especial. En Houston hubo proyecciones visuales, algo que no se hizo en Perú, pero que cuando se aplica hace que el público se adentre en una experiencia profunda”.
Moreno se mostró entusiasmada de volver a colaborar con la OFUNAM y destacó que las obras musicales que se interpretan, así se hayan tocado ya decenas de veces, siempre son un reto. “Porque las traemos a la vida, las revivimos, las volvemos a crear. Siempre es el mayor reto porque volvemos a crear la obra que está escrita en papel. Hay artistas que piensan que ellos vuelven a crear la obra porque, a pesar de que estén todas las notas escritas en la partitura. No estoy de acuerdo con esto, pero entiendo por qué lo dicen. Incluso la interpretación número un millón será el grandísimo reto para el intérprete. Cuanto más conoces una obra, más profunda va a ser su interpretación, pero esto va en aumento, sobre todo con ´Aurora´, que es una obra compleja”.
Y recordó que la grabación fue arriesgada porque se hizo directamente en el estreno. Algo que ella sólo se atrevería a hacer con artistas a los que la uniera una gran afinidad, como en el caso de López y Orozco-Estrada. “Tocar ´Aurora´ con dos orquestas diferentes la convierte, para mí, en una obra completamente nueva. Además, tenemos pocas referencias. ¿Cuántas grabaciones, por ejemplo, habrá del ´Concierto para violín n.º 5´, de Mozart? Creo que mientras más se interpreta una obra el reto es mayor porque se van descubriendo rincones más fascinantes.
Un violín especial
A los 13 años, a Moreno le fue cedido un violín que construyó Nicola Gagliano en 1762. “Llevo casi toda mi vida tocando este mismo instrumento. Después estuve tocando algunos Stradivarius y Guarnieri que también se me cedieron. Pero cambié de instrumentos porque necesitaba uno con el que pudiera desarrollar mi voz única, una necesidad que tienen todos los artistas”.
Alrededor de 15 años son los que la violinista lleva trabajando con el Gagliano. “Es el compañero más leal que he tenido. Es parte de mi cuerpo y de mi vida, puesto que con él tengo innumerables momentos y vivencias sobre el escenario. Con este violín alcanzo una libertad absoluta para abarcar toda la paleta de colores con la que trabajo”, concluyó.
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