Con una base de 10 millones de aficionados ávidos a la NFL, conseguir un boleto para el partido entre los Patriots y Raiders en el Estadio Azteca, es casi tan improbable como ganar el premio mayor de la rifa que organizan las empresas a fin de año.
Los fanáticos de nuestro país merecen que la liga dispute dos encuentros de temporada por año y dejar los actos de superstición.
Los números son claros: En 2016, el Monday Night entre Texans y Raiders generó una derrama de 45 millones de dólares. Señores de la NFL, los fans mexicanos no están para pelear por boletos, si no para disfrutar de más espectáculo.