que llegan a México van a establecer un máximo histórico por sexto año consecutivo y serán más poderosas que la riqueza de países enteros como Venezuela, Bolivia o Paraguay.

Consideradas por el Banco Mundial (BM) como vitales para reducir los niveles de pobreza y desigualdad en países con economías en desarrollo, estas transferencias han sorprendido por el desempeño que muestran en plena pandemia de Covid-19, ya que en lugar de verse limitadas, aceleraron su crecimiento durante 2020 y 2021.

“En Estados Unidos ya se recuperó la pérdida de empleos de mexicanos inmigrantes a causa de la pandemia”, destaca un análisis del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) publicado en agosto.

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó recientemente que su gobierno estima que las remesas serán mayores a 48 mil millones de dólares este año, mientras que analistas de BBVA y CitiBanamex calculan flujos por arriba de 49 mil millones, casi un billón de pesos y más de 4% del valor total de la economía mexicana.

En cualquier escenario, las remesas anotarán un nuevo máximo histórico este año, tras rebasar el récord anterior por cerca de 41 mil millones de dólares establecido apenas en 2020.

Dos décadas atrás el país recibía remesas por 9 mil millones de dólares, es decir una quinta parte de los más de 48 mil millones previstos para este año.

Con una población de casi 28 millones de personas, el valor total de la economía venezolana se desplomará a 43 mil millones de dólares este año, de acuerdo con el Producto Interno Bruto (PIB) estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La riqueza de Bolivia, donde residen 12 millones de personas, está valorada también en 43 mil millones de dólares, mientras que Paraguay acumulará 38 mil millones en 2021, con más de 7 millones de habitantes.

Reconocidas por ocupar el quinto y sexto lugar entre las naciones que más remesas reciben en América, El Salvador y Honduras presentarán un PIB conjunto de 52 mil millones de dólares, es decir, casi los flujos por remesas que se prevé que México capte este año.

Sin las remesas, habría más pobreza en México y el precio del dólar sería más caro, opinó Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics.

Desde su punto de vista, los problemas de inseguridad también han contribuido a que los mexicanos abandonen su lugar de origen, sobre todo en Michoacán, el segundo estado que más remesas capta del país.

Expertos de BBVA prevén que Michoacán sería el estado donde más crecería la población en situación de pobreza si no se hubieran recibido remesas, seguido de Guanajuato, Guerrero, Zacatecas y Oaxaca.

El flujo estimado de remesas para este año equivale a la riqueza total conjunta de cuatro entidades del país: Quintana Roo, Baja California Sur, Nayarit y Guerrero, donde habitan más de siete millones de personas, indican cálculos de CitiBanamex.

Tan sólo en los últimos seis años las remesas duplicaron su valor. Expertos de Banorte creen que los flujos seguirán creciendo durante 2022, a pesar de menores estímulos económicos en la Unión Americana, con las medidas por la pandemia desvaneciéndose, y algunas tensiones en materia de migración.

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