La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) corrigió a la baja la estimación de crecimiento para México en 2022, al considerar que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá a una tasa de 2.3% y no en 3.4%, como esperaba en septiembre del año pasado.

Con ello, el organismo con sede en París tiene la previsión más pesimista entre instituciones como el Fondo Monetario Internacional (2.8%), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2.9%), y el Banco Mundial (3%).

Sin embargo, contrasta con la expectativa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de 4.1%, e incluso con la del Banco de México, de 3.2%.

De acuerdo con el documento Estudios Económicos de la OCDE sobre México, para 2023 se espera que la economía crezca 2.6%, con una inflación de 3.4% y una tasa de desempleo de 3.9%.

La organización afirmó que la inversión, “apagada desde 2015 y en descenso desde 2019, se ve afectada por la incertidumbre en torno a la formulación de políticas nacionales. La incertidumbre aumentó especialmente con las propuestas de reforma del mercado eléctrico”.

La OCDE también afirmó que la economía mexicana puede beneficiarse más de la recuperación estadounidense y de que los proveedores se acercan a los mercados de consumo al reorganizarse las cadenas de suministro mundial.

“La proximidad al mercado estadounidense constituye una ventaja competitiva fundamental para las exportaciones. Sin embargo, este potencial sigue sin materializarse y el crecimiento en las últimas décadas ha sido escaso”, expuso en su documento la OCDE.

Añadió que si bien la política fiscal de México “ha sido prudente” al asegurar la sostenibilidad fiscal, la pandemia aumentó las necesidades de gasto social para atender el incremento de la pobreza, los sistemas de salud y educación.

Retos por resolver

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, afirmó que México va en camino a ser una economía próspera, con finanzas públicas sanas, por el manejo innovador de la deuda y contar con un régimen fiscal de confianza para facilitar el cumplimiento del pago de impuestos.

Sin embargo, reconoció que es fundamental que el crecimiento económico “permeé a los grupos más vulnerables” y ayude a reducir las disparidades sociales que históricamente han afectado a nuestro país.

“México está en camino de convertirse en una economía más próspera, ya que está fuertemente integrada con Norteamérica y cuenta con un marco macroeconómico sólido y de estabilidad”, afirmó el funcionario durante su participación en el lanzamiento virtual del documento de la OCDE.

Ramírez de la O agregó que, para compensar las desigualdades que existen en el país, se está invirtiendo en programas sociales enfocados a los grupos como los adultos mayores, niños, niñas, jóvenes y discapacitados.

Reforma clave

En el documento, la OCDE también consideró que la propuesta de reforma al sector eléctrico planteada por el Ejecutivo federal generó más incertidumbre en las inversiones, las cuales ya estaban “apagadas” desde 2015.

Además, esa iniciativa se percibe como un cambio retroactivo de las reglas que rigen las inversiones, mientras que en materia ambiental será difícil que se cumplan los objetivos de reducir las emisiones contaminantes.

“La incertidumbre en torno al marco de formulación de políticas internas se ha mantenido alta tras la renegociación de contratos vigentes, en particular en el sector energético, donde el gobierno está promoviendo una política de aumento de la seguridad energética, para lo cual pretende reforzar el alcance de la empresa estatal Pemex y la empresa pública de electricidad, así como anular la reforma de 2014 que incentivaba la inversión privada”, expuso.

OCDE también baja previsión para PIB de México en 2022
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