Trabajar con estructuras operativas nuevas con poca experiencia en la administración pública federal; contar con recursos limitados para la operación, así como la baja penetración bancaria para la entrega directa de los recursos, son algunos de los principales retos que enfrentan los 17 programas prioritarios de desarrollo social de la actual administración, conforme a la evaluación llevada a cabo por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( Coneval ).

Al dar a conocer los hallazgos generales que se derivan de la Evaluación de Diseño con Trabajo de Campo 2019-2020 , el Consejo destacó que el inicio de operaciones de los programas se llevó a cabo con poca infraestructura física o recursos humanos insuficientes, en un contexto de austeridad y con recortes a los recursos en diferentes momentos durante el año de análisis.

Por lo que hubo necesidad de desarrollar estrategias de innovación y adaptación en materia de operación y diseño para compensar la falta de recursos disponibles. Algunos ejemplos son el desarrollo de plataformas en línea como base para la operación de programas; así como trasladar gastos operativos del programa a los actores externos a la dependencia que participan en la implementación.

Esta austeridad supuso también la necesidad de priorizar procesos de la implementación, como por ejemplo la entrega de apoyos, buscando llegar a la mayor cantidad de población con el menor costo posible; lo anterior generó que otros procesos fueran dejados de manera secundaria, como los relativos a la supervisión y el seguimiento a beneficiarios.

Los recortes presupuestales también pudieron afectar, en algunos casos, la calidad o cantidad de los bienes y los servicios otorgados.

Por otra parte, el gobierno federal buscó entregar los apoyos de los programas sociales de manera directa a los beneficiarios, eliminando a los intermediarios y las condicionalidades, sin embargo, ello implicará superar la baja penetración bancaria, principalmente en zonas rurales.

Lo anterior incrementa el costo de los beneficiarios de acceder a los apoyos (ya que deben incurrir en costos de traslado a donde hay cajeros); realizar acciones para mejorar las capacidades y el conocimiento que tienen los beneficiarios sobre los instrumentos bancarios, y resolver temas de seguridad en la entrega de éstos.

BANSEFI, TELECOM y la banca privada son los medios que más utilizan los programas para dispersar los recursos. En opinión del Coneval, estos deben mejorar su capacidad para llevar a cabo dicha tarea y asegurar una adecuada atención a los beneficiarios, así como el retiro puntual de sus recursos.

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Asimismo, el Coneval advierte que los programas deben tomar en cuenta que la población beneficiaria tiene la necesidad de conocer con certeza los plazos o fechas para la entrega de los apoyos, para planear los gastos en el hogar. De igual manera, reducir las afectaciones que la operación del programa puede tener en las actividades laborales o educativas de los beneficiarios evitando entregar tarjetas bancarias o apoyos monetarios en horarios que coincidan con estas actividades.

El Coneval comentó que este trabajo generó información para la mejora de las intervenciones, lo cual está documentado en los informes de evaluación, en donde se destaca que 9 de los 17 programas ya hicieron mejoras y 13 están por atender recomendaciones derivadas de la evaluación.

Asimismo advierte que la evaluación no califica las acciones sociales o a los gobiernos que las ejecutan, su propósito es informar y mejorar la política social; por ello, el ejercicio de evaluación debe ser permanente, y forma parte del proceso de evaluación del programa social para contar con información oportuna de acuerdo con el contexto en el que se implementan.

Pobreza en México

Si el Producto Interno Bruto (PIB) tiene una caída de más de 6% y la tasa de desempleo sigue en aumento a causa del Covid-19, México podría perder los logros que obtuvo en materia de pobreza entre 2008 y 2018, advirtió José Nabor Cruz Marcelo, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor en Economía estimó que la pandemia de coronavirus dejará 10 millones de nuevos pobres en el país, por lo que se corre el riesgo de que se frenen o se consuman los avances que hubo en esta materia a lo largo de una década.

“Nos llevaría un retroceso muy importante (...) porque había habido ya una reducción de tres puntos porcentuales de pobreza extrema, entonces, sí corremos el riesgo de que pudieran detenerse esos avances o, inclusive, perderse un porcentaje de ellos”, señaló.

El titular del Coneval expresó que los rezagos alimentarios y de seguridad social podrían ser los más afectados por el Covid-19.

Entre los programas prioritarios de desarrollo social evaluados por el Coneval, se encuentran: Jóvenes Construyendo el Futuro, a cargo de la STPS; Jóvenes Escribiendo el Futuro, de la SEP; Sembrando Vida de la secretaría de Bienestar; Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos; Crédito Ganadero a la Palabra; Producción para el Bienestar, estos tres a cargo de la SADER.

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