Las mujeres enfrentan múltiples situaciones de discriminación y exclusión en el mercado de trabajo mexicano, que se agudizaron por la pobreza y la pandemia de Covid-19, reveló un análisis del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval).

En esa situación están factores como la brecha salarial y la repartición del trabajo doméstico entre ellas y los hombres, de acuerdo con el organismo.

Los especialistas del consejo precisaron que a consecuencia de la crisis económica la brecha salarial aumentó en dos subsectores en los cuales predomina la participación de las mujeres, como el comercio: en el cuarto trimestre de 2019 ganaban casi mil 500 pesos mensuales menos que los hombres, y al cuarto trimestre del año pasado la diferencia se amplió a mil 600 pesos mensuales.

El segundo subsector fue en el de servicios diversos, pues en el cuarto trimestre de 2019 ellas ganaban casi mil 800 pesos mensuales menos que los hombres, aumentando también en el mismo lapso del año anterior a mil 900 pesos.

Además, en términos generales se percibió un aumento en la concentración de mujeres como de hombres ocupados en los rangos bajos de salarios mínimos percibidos.

Coneval: Covid agudizó brecha salarial a mujer
Coneval: Covid agudizó brecha salarial a mujer

Discriminación laboral

Por otra parte, de acuerdo con el Informe sobre Pobreza y Género 2008-2018 presentado por el Coneval por motivo del Día Internacional de la Mujer, se observan seis aspectos que constituyen desigualdades para las mujeres en el mercado laboral y que se agudizan en contextos de pobreza.

La participación económica es más extendida en los hombres; los niveles salariales son bajos para ambos sexos, pero en ellas son aún menores; el trabajo sin remuneración es más frecuente en trabajadoras; los porcentajes del trabajo de tiempo parcial son más elevados en las mujeres, y la exclusión de los sistemas contributivos de seguridad social es más alta en las trabajadoras.

Por lo que se refiere a la segregación laboral, 63.8% de los hombres se ocupó en trabajos masculinizados y que significan remuneraciones más altas, mientras que 34.7% de las mujeres se desempeñó en trabajos feminizados y que registran un salario promedio más bajo.

Trabajo doméstico

La distribución desigual del trabajo doméstico y de cuidados también se agudizó por la pandemia de Covid-19, limitando la participación de las mujeres en el trabajo remunerado, destacó el Coneval.

El aumento del trabajo del hogar es originado por más horas dedicadas a la educación y a la recreación de la población infantil ante la suspensión de la educación presencial, el tiempo al cuidado de personas enfermas de coronavirus, las horas adicionales para la limpieza ante el mayor tiempo en el hogar y por medidas de contención del contagio, entre otras.

El promedio a nivel nacional de cuidado de otras personas se ubicó en 27.8 horas semanales para mujeres en pobreza contra 14.5 para hombres en 2018.

El tiempo promedio destinado a quehaceres domésticos fue de 23.8 horas para mujeres y sólo 8.1 horas en varones.

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