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La crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus llevó a millones de familias en México y el mundo al aislamiento.
Pasar más tiempo en casa obliga a replantear hábitos y tomar medidas para evitar que el presupuesto de los hogares se dispare. Muchas de estas acciones siempre han estado presentes, pero en condiciones normales se les da poca importancia.
La presencia las 24 horas del día, en la mayoría de los casos, de hijos acostumbrados a tener en sus manos el control de los televisores —a veces más de uno—, equipos de sonido, celulares, videojuegos, computadoras o mantener por más tiempo encendidos focos o lámparas tiene un costo hormiga que crece con el paso de las jornadas.
El confinamiento también eliminó las salidas a desayunar, comer o cenar en restaurantes de uno o más miembros de la familia, de manera que el consumo de gas licuado de petróleo o el natural aumenta, porque los alimentos se preparan en casa.
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Por ejemplo, los hornos de microondas se convirtieron en uno de los electrodomésticos más visitados por casi todos los integrantes: en él todo tipo de comida se calienta.
Además, por si fuera poco, los gastos en agua potable también van al alza, ya que sólo la recomendación del lavado continuo de manos exige un mayor consumo del líquido.
En consecuencia, el aumento en los gastos en electricidad, gas y agua en casa es inevitable en estos días, por lo que adoptar medidas para reducir su uso puede ayudar a quitar presión a la salud financiera de las familias mexicanas.
Experiencia internacional
La respuesta a este problema en países europeos, como España, Italia, Alemania, Francia o Reino Unido, que llevan más tiempo en distanciamiento social, puede ayudar a adoptar hábitos de uso que siempre han estado presentes, pero a los cuales en condiciones normales simplemente no se les da importancia, y permiten mitigar un crecimiento desordenado de los gastos familiares.
En México, por ejemplo, existen organismos públicos que constantemente despliegan campañas para el ahorro de energía y agua, tal es el caso de las comisiones Federal de Electricidad (CFE), Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee), Nacional del Agua, así como el Fideicomiso para el Ahorro de la Energía Eléctrica (Fide).
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De acuerdo con la CFE, el ahorro en electricidad consiste en utilizar la energía de mejor manera; es decir, con la misma cantidad del servicio o con menos obtener resultados similares, ya sea a través del cambio de hábitos, del uso de tecnologías más eficientes o una combinación de ambos.
Algunas recomendaciones internacionales para este periodo de aislamiento social van desde desconectar los aparatos cuando no se utilicen, aprovechar la iluminación natural y sustituir focos incandescentes por ahorradores o de tipo LED.
También se sugiere evitar las excursiones constantes al refrigerador, ya que cada vez que éste se abre hay un desperdicio de 7% de la energía acumulada en su interior; no conectar los electrodomésticos a media carga, sino aprovechar toda su capacidad y emplear la lavadora con agua fría, pues 90% de la capacidad que consume este aparato es para calentar el líquido.
Además, se aconseja subir las persianas a primera hora de la mañana, con el objetivo de permitir que la luz natural entre a la casa, lo cual ayudará también a mantener o incluso a subir la temperatura en el interior.
Es posible reducir las pérdidas de calor bajando las cortinas por la noche y ventilando el hogar un tiempo óptimo; con 10 minutos al momento de que la familia se despierte es suficiente.
Si bien la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció el pasado 17 de abril que decidió no cobrar en las facturas de casi 39 millones de usuarios domésticos los aumentos esperados en el consumo del servicio por el resguardo domiciliario, esto no significa que se pueda hacer un derroche en el consumo de ese rubro.
Este hecho podría colocar el desembolso en el siguiente rango de tarifa de servicio Doméstico de Alto Consumo (DAC) durante el periodo comprendido del 30 de marzo y hasta siete días naturales posteriores a que concluya la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Eficiencia energética
En cuanto al cobro, lo mismo ocurre con el caso del gas LP, pues la Fundación GLP Transforma dio a conocer que regalará este tipo de combustible a afectados por el virus, sobre todo entre poblaciones de escasos recursos y las familias más vulnerables.
El organismo convocó a distribuidores a sumarse al programa Quédate en casa, nosotros te llevamos el gas. El objetivo es llegar a casas que viven en condiciones de pobreza, las cuales consumen hasta dos cilindros de ese servicio de 20 kilogramos al mes.
Por otra parte, en Europa, BBVA enlistó una serie de medidas para este periodo de pandemia por coronavirus al que llamó “Educación financiera” para sus clientes en España. Los valores a pesos se determinaron con base en el tipo de cambio actual.
Plantea, por ejemplo, que utilizar bombillas LED y aprovechar para cambiar las que se fundan supone un ahorro de mil 567 pesos al año. Apagar las luces al salir de la habitación tiene un beneficio económico de 418 pesos anuales, mientras que usar a favor la luz natural, retirando persianas y cortinas permite un ahorro similar.
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Cocinar con sartenes adaptados al tamaño de fuego representa una economización en gas de 366 pesos al año; poner el lavavajillas en la modalidad Eco, a menos de 60 grados de temperatura, significa mantener 235 pesos, y evitar colocar comida caliente en el refrigerador tiene un ahorro de 130 pesos durante 12 meses.
En tanto, la Comisión Europea estima que apagar electrodomésticos en vez de tenerlos en stand-by puede suponer una reserva de casi 20 mil 396 millones de pesos anuales en el total de los hogares británicos.
Bajar un grado el termostato del aire acondicionado puede llevar a economizar 23 mil 648 millones de pesos para estos mismos hogares.
Cuidando el recurso hídrico
Se considera que un pequeño gesto supone una gran diferencia si todo el mundo se involucra y lo lleva a cabo, por lo que la Comisión Europea también ofrece una serie de consejos sencillos para el uso responsable y consciente del agua potable.
Entre las sugerencias destacan cerrar la llave al cepillarse los dientes, ya que un grifo en funcionamiento desperdicia hasta ocho litros del líquido por minuto; ducharse de forma más eficiente: en cada 60 segundos se gastan entre ocho y 15 litros del recurso y un baño de cinco minutos es suficiente para una higiene correcta sin caer en el derroche, y no se debe olvidar revisar si el inodoro tiene fugas, porque éstas pueden ocasionar un desperdicio de 200 litros de agua por día.
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Además, señala que conviene evitar, en la medida de lo posible, tirar demasiado de la cadena del sanitario, así como también hervir sólo el líquido que se necesite y verter el excedente en un termo para mantenerla caliente en el siguiente uso.
Estas son medidas sencillas que siempre han estado presentes en cualquier lugar del mundo, pero que hoy más que nunca tiene que adoptarse para evitar desperdicios y no dañar la economía familiar, en momentos en los que se tiene la presencia de todos los miembros de una familia en casa por el confinamiento social.