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Las visitas a establecimientos de alta cocina disminuyeron y aumentó el número de comensales en negocios de cocina casual y fast food, luego del cambio de gobierno en el país, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR), Carlos Roberts Ávalos.
El nuevo comportamiento en el consumo no quiere decir que haya crisis en la industria, pero es resultado de la incertidumbre que genera la llegada de un nuevo gobierno, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL.
Esto se da por la falta de certidumbre y se dará “mientras no terminen de entenderse los propósitos del nuevo gobierno. Quizá la población está siendo cauta y tiende a buscar ahorros” al disminuir sus gastos en restaurantes al dejar de asistir a establecimientos de alta cocina.
“Lo que hemos visto es que ha habido disminución en ventas de alta cocina y se pasan a cocina casual y a servicio rápido o fast food”, comentó Roberts Ávalos.
Expuso que el ticket promedio en restaurantes de alta cocina es de 800 pesos por persona: “Alta cocina no es nada más porque cuesta más de 800 pesos; también es cocina de autor, en ocasiones son negocios pequeños, pero con el reconocimiento del chef, que lo hace muy especial”.
En cocina casual el gasto promedio va de 150 a 800 pesos y se clasifica así por el tipo de comida que oferta. En comida rápida o fast food está en un rango entre 50 y 150 pesos por persona. Hay cadenas de restaurantes de comida casual “que estarán siendo beneficiados también por este ajuste del mercado”.
Roberts Ávalos dijo que la actividad no tiene barreras de entrada y es fácil abrir un negocio de este tipo en el país, por lo que sólo en la Ciudad de México hay más de 53 mil 700 restaurantes, alrededor de 3% más que en 2018, y existen un total de 555 mil establecimientos en la República.
El año pasado, las ventas en el sector restaurantero, bares y centros nocturnos contribuyeron con 223 mil millones de pesos, cifra que espera superarse en 2019 al estimarse un crecimiento de entre 3.3% y 3.8%.
Destacó que en los dos primeros meses de 2018 las ventas generadas por los restaurantes ascendió a 18 mil 992 millones de pesos y están a la espera de la cifra que se registró en el primer bimestre de 2019.
Medidas de seguridad. Para inhibir los robos que se registran en los restaurantes, el presidente de la asociación explicó que se avanza en la colocación de botones de pánico silenciosos en los establecimientos.
Hay dos rutas: “Instalar las alarmas silenciosas o botones de pánico, lo cual nos ha pedido la autoridad para que de inmediato se dé aviso a quien tenga que a cuidar y lleguen lo antes posible para evitar el ilícito”.
Por otra parte, los alcaldes pidieron a los restauranteros hacer grupos de comunicación en las distintas plataformas para que entre los propietarios se envíen alertas de lo que sucede.
“Cuando hay un clima de inseguridad los restaurantes no son ajenos, pero no es que sean el blanco de todos los ilícitos, sino que como un establecimiento mercantil más existe la oportunidad y posibilidad para los amigos de lo ajeno”, dijo.
Además, iniciaron una campaña con el nombre “No están solas” para proteger a las mujeres que se sientan acosadas o violentadas.