El automovilismo mexicano actualmente  es regulado por la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo (FEMADAC).

Dicho organismo, es el encargado de regular las competencias automovilísticas del país. Su   presidente es el Licenciado  Alonso Oros, quien  supervisa todas las actividades en la pista, organizadores, entrega de premios, seguridad, organización, oficiales de pista, revisiones técnicas de seguridad de los autos que compiten y expide licencias deportivas para los que son pilotos de carreras, ya sea de   terracerías, carreteras o   autódromos.

Anteriormente los clubes de autos  organizaban las competencias, entre ellos,  el Club Automovilístico RODA , Club Francés Rally, Club Instituto Politécnico Nacional,  el  Club UNAM  ,   Toluca Club Kadet, Club Puebla, Club de Aguascalientes, Club de Monterrey entre otros.

El Club RODA fue el primero en internacionalizar nuestro automovilismo mexicano con la participación de pilotos extranjeros en pruebas de resistencia y  Fórmula Jr. 
Finalmente, después se realizó el Gran Premio en México a  partir de año 1962 con gente entusiasta como el  Javier Velázquez, Augusto Cannovi, Gilberto Valenzuela, Mario Mercader, Carlos Braniff, Nacho Cuenca y  los hermanos Iglesias, entre otros, mismos que pusieron dinero de su bolsillo para efectuar este tipo de eventos. 
Lo anterior  es  un pequeño recuento de los  colaboradores que hicieron posible  sostener el automovilismo mexicano.

Como han pasado los años.  En 1905 se realiza  la primera carrera de autos, un evento de   amigos realizado en Guadalajara.  Como no había autódromos se buscaba un lugar donde hacer estas competencias, por ejemplo en la colonia Condesa donde de realizaban carreras de caballos o  en el óvalo  Balbuena junto al Aeropuerto Benito Juárez, el cual  sí tenia pavimento. Otro más se estaba  donde actualmente se le conoce como la unidad multi familiar Balbuena; la cual   fue zona militar, en Peralvillo también hubo una pista, en Copilco, en los Reyes rumbo a Texcoco, así como en Chapultepec. En fin, la lista es larga y  ya les platicaré los rumbos de automovilismo mexicano.

Y recuerden, ¡hagan de su automóvil un deporte no un peligro.

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