Por Juan José Díaz Infante*

En estos días, próximo a ir a Xalapa, iendo a la Universidad de Veracruz, a presentar un libro, a hablar de otros libros de fotografía, a invitar a las réplicas del próximo evento de Código Abierto, a hablar de subastas y fotografía. Pienso del estado en que se ha quedado el estado de Veracruz. Vaciado.

Me recuerda otras ciudades vaciadas hace unos años como Detroit. Ahora que está tan de moda quebrar países e ignorar crímenes de políticos y banqueros. Y que sólo Islandia es el único país cuerdo que queda, donde todavía está de moda meter a los criminales a la cárcel.

Quiero hablar del sentido del arte, de que las acciones, el dinero, las inversiones y los museos en México tengan cauce y, todo esto sucede cuando se entiende el sentido de valor. Para qué sirve la fotografía, para qué sirve un museo. Cómo darle valor a la  cultura. Detroit, 2011, la ciudad estaba a punto de quedarse sin dinero. Detroit decide editar bonos, deuda diferida al futuro. Otra gran idea, un consejo administrativo.

No se puede cambiar la realidad actuando de la misma manera. Un consejo administrativo cuyo objetivo sea sanar las finanzas del estado y que no se repita el mismo esquema. Demasiado sentido común, pero bueno, regresando a Detroit, la legalidad de su quiebra fue parte de una batalla legal donde los trabajadores del estado no dejaban que se declarar la quiebra para proteger las pensiones. Esa legalidad de la quiebra estuvo en discusión hasta el 2013.

En agosto de 2013 se llama a Christies, la famosa casa de subastas para que llegara a valuar la colección del Detroit Institute of Arts. Para noviembre del 2013 se busca generar una fundación que proteja el arte del Instituto. Christies ha valuado para ese momento la colección entre 454 millones de dólares y 867 millones de dólares. Para ese diciembre una serie de créditos puente logran generar que los pagos a las pensiones.

Es en el 2014 el DIA, Detroit Institute of Arts, decide hacer un levantamiento de fondos por ellos mismos. En una campaña sin precedente levantaron 800 millones de dólares para que la ciudad no tuviera que vender sus obras de arte.  El museo actuó como un dispositivo, como una herramienta para llamar capitales al rescate de la sociedad.

Pregunto ¿ por qué nuestros museos no funcionan así? Quizá es momento que lo empiecen a hacer como un proceso de autodefensa o un proceso de autorrescate. El valor de las cosas no necesariamente es dinero, a veces es un plan de negocios y a veces es entender el arte. Regresando a Veracruz, creo que se necesita aplicar esa misma creatividad para regresar a un momento digno del estado. Hay que retomar lo valioso del estado y que sea el apalancamiento de un nuevo futuro.

Quiero hablar del valor que no le damos a nuestros artistas, fotógrafos y museos donde estamos llenos de cosas invaluables y pobreza. Así Veracruz no se acuerda de su fototeca, ni de su jardín lleno de esculturas, ni del Tajín, ni de sus orquestas, ni de San Juan de Ulúa. Activos invaluables, que si uno aplica la imaginación pueden ser generadores de su valor. Y no es vender el Tajín, es saber qué hacer con el Tajín. Es saber que una Fototeca está llena de fotografías y que esas fotografías tienen un valor comercial y se pueden vender en casas de subastas en Nueva York un número infinito de fotografía mexicana que no se ha explotado.

Convoco a diseñar una subasta para salvar Veracruz.

Cuando la causa es salvar un estado, seguro se vende todo.

800 millones de dólares es 20 mil millones de pesos, si lo puede hacer un museo en Detroit, lo puede hacer rl Gobierno de Veracruz y cualquiera de sus museos. Es necesario que el arte sea un ejemplo de creatividad y ética de la riqueza y ya es momento de hacer las cosas diferentes. Una subasta de fotógrafos veracruzanos o mexicanos unidos para salvar un estado en Christies o en Sothebys puede ser un ejemplo ciudadano y cívico de lo que tenemos que hacer. Salvar al país. 

Juan José Díaz Infante*

Artista Multidisciplinario, fotógrafo y poeta

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