Por Óscar Colorado Nates*

Julia Margaret Cameron (1815-1879) fue una mujer de excepción: Culta, amiga de los más importantes poetas, escritores y artistas de su tiempo, dama de sociedad casada con un importante jurista, mitad inglesa y mitad francesa.

Lady Cameron tenía 48 años cuando su hija y yerno le regalaron una cámara. Se inició en la fotografía y convirtió su antiguo gallinero en estudio fotográfico; el depósito de carbón en cuarto oscuro. Aunque hubiera parecido una excentricidad, era bien visto en la época victoriana que las damas de sociedad dedicaran su tiempo libre a la fotografía: Otro ejemplo similar es de Lady Clementina Hawarden.

Julia Margaret Cameron vivía en tiempo donde había un ánimo llamado Prerrafaelita, donde pintores como Dante Gabriel Rossetti, John Evertt Millais o William Holman Hunt retornaron a los pintores flamencos y primitivos italianos (previos a Rafel Sanzio, de ahí el nombre de prerrafaelismo). Desde la fotografía Cameron exploró su propio saber de prerrafaelismo que buscaba una pureza que el arte inglés había perdido. En Inglaterra predominaban en las pinturas las  composiciones cuidadas, pero poco sinceras.

Las temáticas de Julia Margaret abarcan escenas históricas, mitológicas, alegóricas, poéticas y religiosas.

Cameron fabricaba sus propias escenas para ser capturadas con la cámara. Esta práctica, conocida como tableau vivant, le ayudaba a fotografiar lo mismo temas bíblicos que de la mitología griega o clásicos de la literatura inglesa.

La imagen que acompaña a este artículo es un fragmento de la fotografía titulada The Echo, realizada por Lady Cameron en 1868 en su finca de Freshwater, Isla de Wight. En este lugar Julia realizó su obra fotográfica más abundante y fundamental. La mujer en la fotografía es la actriz Ellen Terry, pero no se trata de un retrato sino tableau vivant. Dado el título y el gusto victoriano por las escenas mitológicas se trasluce una referencia a la mitología griega.

Recordemos que la ninfa Eco tenía una voz bellísima; esto molestó a Hera, la celosa esposa de Zeus. La diosa provocó que Eco pudiera repetir únicamente la última palabra que decía cualquiera con quien tuviera una conversación. Eventualmente Eco se enamoró del pastor Narciso, pero como dicen, esa es otra historia.

Retornando a la fotografía,  la señora Cameron se convirtió en una gran retratista e inauguró una etapa donde ya no se trataba de capturar solamente el aspecto del sujeto, sino también calar más hondo e interpretar, fotográficamente, la psicología y temperamento del retratado. Esta noción todavía es valorada en el retrato fotográfico hoy en día.

Una característica digna de hacerse notar en los temas de Julia Margaret es la mujer. Más de un tercio de las fotografías de Cameron son retratos femeninos.

En una sociedad dominada por los varones, Julia Margaret se distingue por el papel fundamental que reconoce para la mujer con su obra fotográfica.

Lady Julia Margaret Cameron falleció el 26 de enero de 1879 en Kalutara, Ceilán (hoy Sri Lanka).

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*Óscar Colorado Nates es titular de la cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana. Autor de libros como Instagram, el ojo del mundo, Fotografía de Documentalismo Social, entre otros. Editor y Director General de la revista fotográfica universitaria MIRADAS. Columnista en el diario El Universal (Cd. de México). Miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY) y creador de , blog de reflexión fotográfica líder en Iberoamérica. En redes sociales: |

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