“No te olvides de revisar el aceite antes de salir a carretera. Ya le toca cambio de aceite al auto. ¿ Aceite mineral o sintético, joven?” Estos son los comentarios más frecuentes que rondan el tema de este fluido tan importante de los motores a combustión pero, ¿existe alguna diferencia?
El aceite de motor es el responsable de lubricar todas las piezas móviles de su interior y, a su vez, se encarga de mantener una temperatura óptima de todos los metales involucrados. Sin embargo, existen diferencias importantes en cuanto a la viscosidad.
Recordando las clases de física de secundaria, quizá recuerdes que la viscosidad es la resistencia de los líquidos para fluir. Entre más espeso, menos fluido y viceversa. En los empaques de aceite podrás notar esto mediante la especificación numérica, por ejemplo: 10W-30.
Es muy importante que conozcas la viscosidad con la que el fabricante de tu auto recomienda sustituir el aceite, porque de esta manera, el motor trabajará bajo las condiciones a las que fue diseñado.
El primer número tiene que ver con la fluidez que tenga en frío , pues la W significa Winter (invierno en inglés), mientras que la siguiente cifra es para cuando ya está caliente. A menor número, mejor fluirá. En términos más sencillos, un 5W-20 será menos viscoso que un 10W-30.
Parte del proceso de homologación de cualquier auto está relacionado con el clima de la región donde se venderá. Para climas extremadamente fríos, es importante considerar el uso de aceites que fluyan rápidamente en frío a modo de protección para piezas críticas. En el polo opuesto, donde hace mucho calor, se opta por mayor viscosidad al arrancar después de muchas horas.
Al menos en México, el tipo de aceite que suelen recomendar las armadoras en sus autos es aquel que tiene poca resistencia en frío. Ojo, no estoy diciendo que todas pidan la misma especificación pero usualmente ronda el 0W-20 o 5W-40 pero es importante siempre cerciorarse en el manual de usuario. Incluso, la gran mayoría de autos nuevos lo especifican en el tapón de llenado.
Los avances mecánicos también involucran estos fluidos, por eso quizá hayas escuchado sobre aceites minerales y sintéticos. Los primeros son derivados del petróleo y son los que seguramente tus papás o abuelos compraban hace algunas décadas, mientras que los sintéticos son formulados en laboratorios por especialistas petroquímicos. Esto permite alargar la vida útil del aceite, logrando que el intervalo de cambios sea entre 10 y 15 mil kilómetros, aproximadamente.
Un mito frecuente es que, al pasar los 100 mil kilómetros , se tiene que cambiar el aceite por uno de alto kilometraje, pero es falso. Si llevas un correcto mantenimiento, no tienes por qué hacer esto ya que son aceites muy pesados que hacen trabajar de más al motor. Sigue usando aquel recomendado por el fabricante sin importar el uso que tenga.