Tener un automóvil como tu principal medio de transporte implica cumplir con una serie de responsabilidades. Una de las más importantes es la verificación vehicular, un trámite obligatorio en muchas entidades de la República Mexicana que busca reducir las emisiones contaminantes y cuidar el medio ambiente. Este proceso se realiza de forma semestral y aplica para todos los autos con motor de combustión interna.
La verificación vehicular en México no solo tiene fines ecológicos, también es un requisito legal para poder circular libremente. Según datos del INEGI, en CDMX y Estado de México se concentra el parque vehicular más grande del país, con más de 16.9 millones de unidades registradas.
Existen casos en los que los vehículos no lo aprueban por fallas que podrían parecer insignificantes o, incluso, absurdas. Según un estudio realizado por la plataforma inDrive, estas son algunas de las causas más comunes por las que se rechaza la verificación:

demás de los motivos anteriores, hay dos razones muy comunes que también provocan que los autos no pasen la verificación:
Casos como una luz trasera fundida o un código de error menor han provocado que muchos automovilistas pierdan tiempo y dinero al no poder completar este trámite. Por eso, si tienes que realizar la verificación vehicular próximamente, no lo dejes al azar. Revisa tu auto a detalle, asegúrate de no tener pendientes legales y realiza una afinación preventiva.
Un pequeño descuido puede ser la diferencia entre obtener el holograma y tener que volver a intentarlo.
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