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E n 2014, más de 4 mil mexicanos originarios de Quintana Roo murieron por alguna enfermedad; 40% de estas muertes, es decir, mil 840 casos, fueron por diabetes, cáncer, infartos y padecimiento del hígado. En quinto lugar está el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH): 139 quintanarroenses fallecieron en ese periodo.

Oficialmente, Diana murió de cáncer el 13 de junio de 2013 en una clínica del IMSS ubicada en Cancún. En sus últimos días su imagen distaba mucho de la joven extrovertida y amante de la salsa, recuerda Adriana, su hermana, quien vivió con ella la última fase de una enfermedad que no era cáncer. Diana llevaba 10 años con VIH/Sida.

En 2003, Diana comenzó una relación con Ángel, un hombre viudo que acababa de perder a su esposa por una “enfermedad un poco rara”, que jamás le dijo. En 2007, cuatro años después de vivir juntos, la salud de Diana se vino a pique. Una herida en un dedo la llevó al médico y de ahí a realizarse unos análisis. Los resultados fueron devastadores: positivo para el Virus de la Inmunodeficiencia Humana. El contagio fue por vía sexual. El portador: su pareja.

Con dos hijas, una de 15 y la otra de nueve años, “Diana comenzó una lucha silenciosa”, narra su hermana en entrevista con EL UNIVERSAL. Se dedicó a buscar apoyo con organizaciones para comprar sus medicamentos. Cada mes tenía que desembolsar, al menos, 3 mil 500 pesos.

Historia. El estigma del VIH
Historia. El estigma del VIH

Pasaron siete años sin que Diana hablara con alguien sobre su enfermedad. Pero un descuido en su alimentación le provocó una infección estomacal que su organismo no pudo contrarrestar. Antes de ingresar al Hospital General, Diana le contó el origen de su padecimiento a su familia. Su cuadro clínico se complicó y su cuerpo no resistió. Falleció en la clínica del IMSS, ubicada en la Región 510 en Cancún. El acuerdo familiar fue decir que la causa había sido cáncer. Querían evitar el estigma social.

Para Adriana, la atención que recibió su hermana por parte del sector salud fue indigna. “Al conocer que vivía con VIH la separaron. Luego, por el tiempo que pasó en cama, se le formaron llagas en la piel y el personal nos pedía que la cambiáramos y así evitar contacto con ella. Nos lo dijeron directamente [los doctores]: ‘Entre menos personas contagiadas tengamos, mejor para nosotros’”.

En la fase final de la enfermedad, Adriana pidió ayuda a Roberto Guzmán, representante de la organización Red Positiva, nacida en 2006, en Cancún. “Nadie muere de Sida”, sino por las enfermedades o infecciones que atacan el organismo vulnerado en sus defensas por el VIH, asegura el activista.

La ex pareja de Diana desapareció. Nunca hubo una explicación. La familia se quedó solo con la pérdida, pero Adriana asegura que aún vive en Cancún con otra pareja.

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