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Justo Mullor, nuncio apostólico en México de 1997 a 2000, fallecido ayer en Roma, fue “de la transición”, puesto que a diferencia de su antecesor, Girolamo Prigione, mantuvo una política de independencia frente al Estado mexicano, afirmó Elio Masferrer, antropólogo y experto en religiones.

En entrevista con EL UNIVERSAL, destacó que “a diferencia de Prigione, quien se adaptó al Partido Revolucionario Institucional y a todo lo que dijera ese partido para convencerlo que la Iglesia católica ya no era un problema, lo que hizo Mullor fue decirle muy amablemente al PRI: ‘Ya me cambiaste la Constitución, pero voy a hacer mi propia política, no creas que te voy a estar siguiendo los pasos y ahora comienzo mi propia política’”.

Masferrer, quien es profesor e investigador emérito de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), dijo que el ex representante diplomático del Vaticano desarrolló una estrategia más institucional y cercana con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a diferencia de su antecesor.

“Él [Mullor] desarrolló una estrategia más institucional, de más relación con la CEM y de aceptar lo que el Episcopado iba decidiendo, mientras que Prigione trataba de torcerle el brazo a la CEM para poder negociar mejor con el Estado”.

Cardenal expresa condolencias. Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, expresó sus condolencias por el fallecimiento del ex nuncio apostólico, a quien consideró como pieza importante en el restablecimiento de las relaciones entre México y el Vaticano.

En un comunicado difundido por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), el cardenal indicó que Mullor hizo un papel fundamental en la canonización de Juan Diego, así como en la última visita del Papa Juan Pablo II.

Justo Mullor nació el 8 de mayo de 1932 en Los Villares, Jaén, España. En 1954 fue ordenado como sacerdote, para en 1979 ser arzobispo de Emerita Augusta. Poco después se convirtió por primera vez en nuncio apostólico en Costa de Marfil, cargo que repitió en los siguientes años en Burkina Faso, Estonia, Letonia, así como en Lituania y Estonia.

El 2 de abril de 1997 fue designado por el Papa Juan Pablo II como segundo nuncio apostólico de la Santa Sede en México, en sustitución de Girolamo Prigione, después de la restitución de relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.

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