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El Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) anunció que será de 4.2% el incremento al sueldo mínimo, con lo que pasará de 70.10 a 73.04 pesos.

Este aumento representa 2.94 pesos, lo cual no alcanza para comprar dos bolillos, cuyo costo por unidad es de un peso con 50 centavos.

Con un salario mínimo, a una persona no le alcanza para adquirir un kilo de retazo de res con hueso, ya que su precio en una tienda de autoservicio alcanza 89 pesos; para comprar un kilo de bisteck de res tiene que desembolsar 202 pesos, y para llevar a casa un kilo de filete de ese mismo cárnico, tiene que destinar más de cuatro salarios mínimos, pues el kilo se vende en 330 pesos en esa misma tienda.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población y Empleo, son un millón 35 mil los trabajadores asalariados de tiempo completo los que perciben un sueldo mínimo en el país.

En un sondeo realizado en el Centro Histórico del DF, las personas coincidieron en que es una “burla” y “reprobable” el incremento de 2.94 pesos.

“Es una mentada de madre de quienes toman la decisión. Los diputados y senadores tienen sueldos altísimos, vales de despensa y les dan muchas cosas”, dijo Francisco Daniel Hernández, estudiante universitario y trabajador en un boliche, donde gana 190 pesos al día; aunque es soltero, comenta que no le alcanza para gastos elementales.

Julia Rosas y su marido, ambos ambulantes, tienen cuatro hijos. Ella dice que rara vez comen carne. Aunque no es asalariada, consideró que es una burla el aumento referido, pues “yo voy al mercado con 250 pesos y son los mismos que me gasto comprando lo necesario. Ahora imagínese alguien que gana uno o dos salarios mínimos”.

Al preguntarle al presidente de la Conasami, Basilio González Núñez, qué respondería a quienes dicen que el aumento de 2.94 pesos no sirve, contestó: “Lo que le diría a la clase trabajadora, es: los verdaderamente pobres de México son aquellos que no tienen empleo, los desempleados. Y la respuesta básica es entonces para los que no tienen empleo. Si tienen periodos largos sin tener ingresos, ¿qué cree usted que preferirían: un salario mínimo o no tener ingresos?”

Cuando se le inquirió cuánto se tendrá que esperar para que se recupere el poder adquisitivo, señaló: “la Conasami hubiera querido que eso fuera hace 100 años, pero no podemos poner en riesgo la estabilidad económica”.

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