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En México debemos darle mayor énfasis a la prevención y salud pública en el combate de drogas, pero también acceso a las sustancias controladas con fines médicos, indicó Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Al participar en el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), correspondiente a 2015, el funcionario consideró una ironía que nuestro país sea un gran productor de amapola, una planta con diversas sustancias en beneficio a la salud, y no tener suficiente acceso a los opiáceos para fines médicos.
"Esto es una paradoja lamentable, deberíamos de ser capaces de desarrollar una producción lícita para satisfacer la demanda nacional de medicamentos que eviten el dolor, demasiados mexicanos sufren dolores y éstos no deberían tener lugar si pudiéramos darles acceso a sustancias hoy controladas", expuso.
Respecto al informe de la JIFE, el funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó que este reporte reconoce que en el mundo haya un debate creciente sobre políticas de drogas a nivel nacional, subregional y mundial, aunque reconoció que existe una preocupación al respecto, sobre todo en los costos sociales.
Indicó que constituye una oportunidad para hacer una revisión y al mismo tiempo, un replanteamiento sobre las prioridades mundiales de la lucha contra las drogas y para fortalecer la cooperación mundial.
Ruiz Cabañas refirió que en abril próximo se realizará en Nueva York la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre Drogas de 2016, que pretende revisar el cumplimiento de la Declaración Política y Plan de Acción, de cara al 2019.
Expuso que esta reunión, convocada por México, Colombia y Guatemala, representa una oportunidad para hacer una reflexión en el camino y observar cómo se está implementado la estrategia internacional de drogas y, sobre todo, enriquecerla con nuevos elementos.
En ese sentido, el diplomático expuso que se espera que Naciones Unidad incluya por primera vez la perspectiva de los derechos humanos y de género en la política internacional de control de las drogas, las cuales, indicó, deben interesarse en un marco más amplio de desarrollo económico y cultural.
El funcionario argumentó que debe integrarse la Agenda de Desarrollo Sustentable 20-30 porque ésta indica que las políticas públicas deben contemplar temas de derechos humanos, salud pública y de fortalecimiento del estado de derecho.
De dicha asamblea abundó que México espera que el debate mundial sobre cómo enriquecer la cooperación internacional tenga cabida y, principalmente, las políticas en la materia.
"Es un paso más en un largo camino que no concluirá aquí, sino nos lleva al 2019 para revisar la estrategía internacional de control de drogas en su integridad", expuso.
Por ello, el diplomático consideró que es necesario dar mayor énfasis a los temas de salud pública en relación al consumo de drogas; un tema que no debe criminalizarse y se refleje de manera eventual en el financiamiento.
Para México la palabra clave en esa asamblea es prevención no sólo del consumo, sino del delito, de la exclusión social y de los daños al tejido social que causan el combate a las drogas.
Por otra parte, Alejandro Mohar Betancourt, miembro de la JIFE, señaló que este reporte busca garantizar la disponibilidad de medicamentos y esfuerzo por hacer en materia de prevención y reducir de manera equilibrada la demanda de sustancias psicoactivas.
En su informe correspondiente a 2015, dedicado a proteger la salud y el bienestar de la humanidad, subrayó que lo anterior permitirá incorporar, además de la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y la reinserción a la vida social de aquellas personas inmersas en el consumo excesivo de drogas.
Mohar enfatizó que el ejercicio para combatir dicho problema debe basarse en el conocimiento científico y el respeto a los derechos humanos.
Recordó que las nuevas sustancias psicoactivas han seguido apareciendo en aumento, pues se calcula que existen más de 600 a nivel internacional y de acuerdo con el informe, esa cifra representa un aumento de 55 por ciento con respecto a 2014, año en que se reportaron 388.
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