La Comisión Permanente del Congreso de la Unión estableció una comisión para dar seguimiento a los hechos violentos ocurridos el pasado domingo 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, luego de una confrontación de las fuerzas estatales y federales y grupos afines a la CNTE.

Diputados y senadores de izquierda culparon al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, de la crisis con la CNTE; el PAN invocó el diálogo, mientras que el PRI urgió respeto a la ley y que se descalifique a los grupos encapuchados, que usan bombas molotov y que saquean comercios y cierran carreteras y avenidas, y que están infiltrados en los movimientos sociales.  
El diputado Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI) dijo que se tiene que investigar qué actividad criminal hubo en Nochixtlán, si fue financiada o espontánea; conveniente para quién, favorecida y empujada por quién, así como revisar el comportamiento de los policías, para dejar en claro si estos se excedieron en el uso de la fuerza y si incumplieron el respeto a los derechos humanos. 
El punto de acuerdo de la Comisión Permanente también se pronunció por pedir informes a las secretarías de Gobernación, Educación Pública, al gobierno de Oaxaca y a la Policía Federal sobre las causas de los hechos, así como de las acciones que se llevan a cabo para recuperar la gobernabilidad en el municipio de Nochixtlán.

El senador priísta Sofío Ramírez lamentó que haya excesos y abusos de los movimientos sociales, que incurran en actividades que parecen de terrorismo y que desplieguen actividades radicales en cada marcha y manifestación.

A los legisladores de izquierda que exigieron justicia por los hechos de Nochixtlán, el senador Ramírez dijo que en este conflicto actúan movimientos sociales que van más allá de la causa noble de luchar por los maestros.

Negó que el clima de violencia sea responsabilidad del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, pues, dijo, desde el origen hay en el conflicto bombas molotov, encapuchados, cohetones e infiltrados.

Se preguntó Sofío Ramírez si esas movilizaciones se pueden llamar pacíficas, cuando se carece de respeto a la libertad de expresión y a la vida de terceros.

El senador Héctor Menchaca Medrano, del PT, culpó de la violencia a una línea de confrontación generada en el gobierno federal y exigió un alto al hostigamiento y a la persecución, y demandó “libertad a los presos políticos”.

El diputado Omar Ortega Álvarez (PRD) dijo que el conflicto que tiene su foco principal en Nochixtlán “fue generado por el gobierno federal”, y contabilizó ocho muertos y más de 200 desaparecidos.

El presidente de la Comisión de Educación Pública del Senado, Juan Carlos Romero Hicks (PAN), dijo que lo ocurrido en Nochixtlán “es una gran tragedia”, y subrayó que Acción Nacional “exige mecanismos de verificación de la verdad”. Dijo que la gobernabilidad en Oaxaca pende de un hilo delgado.

Señaló la decisión de los panistas de que se respete la ley, la cual no se negocia en un eventual diálogo, marco en el cual se deben dar las soluciones, afirmó.

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