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Así como ha aumentado la desconfianza ciudadana en gobiernos, partidos e instituciones de la democracia, la participación de los mexicanos en actividades políticas diferentes al voto enfrenta niveles “muy por debajo de las democracias consolidadas”, de 12% para la asistencia a una reunión de cabildo a 2% en la participación en una huelga.

Guanajuato encabeza la lista de entidades con más participación política no electoral, mientras que Veracruz es la más rezagada.

En el sur, el ciudadano es más contestatario, pues se firman más peticiones de protesta —58%— y se movilizan públicamente —68%—.

Así lo refleja el estudio Ciudadanía en México. La importancia del Contexto, realizada por El Colegio de México —bajo la coordinación de la investigadora Fernanda Somuano— y el Instituto Nacional Electoral (INE).

El consejero electoral José Roberto Ruiz Saldaña, integrante de la Comisión de Educación Cívica, recordó que ese estudio y otros, como el Informe País sobre la calidad de la ciudadanía (Latinobarómetro) y la Consulta Infantil y Juvenil 2015 serán insumos para la Estrategia Nacional de Educación Cívica (ENEC) que deberá emitir el INE en agosto.

A diferencia del Informe País 2014, que mostró el alto nivel de desconfianza —70 %— y desvinculación de los ciudadanos entre sí y con el gobierno, este estudio tomó esos datos y los cruzó con otros para determinar la importancia de contextos estatales en la participación ciudadana.

Se estableció que mayor bienestar social o economía estatales, pertenecer a un partido, participar en campañas electorales, conocer a alguien que recibió dinero o regalos a cambio del voto; la eficacia política —la creencia de que personas como ellos pueden influir en el gobierno—, ejercer el voto, mejor nivel socioeconómico o educativo individual explican que haya mayor o menor participación política no electoral —interés y activismo comunitario y civil—.

Por ello, el consejero Ruiz Saldaña indicó que el INE deberá analizar la conveniencia de que la ENEC establezca programas para que los ciudadanos luchen por sus derechos económicos y sociales.

“Necesitamos programas regionales, no es lo mismo el norte, centro y sur del país; necesitamos pensar programas diferenciados”, explicó.

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